Carlos Alcaraz, a cuartos de Róterdam por la vía rápida

Afrontaba Alcaraz la búsqueda de los cuartos de final de Róterdam con las dudas del debut rondando por su cabeza. Los 48 errores no forzados en el partido ante Van de Zandschulp eran un indicador claro de los problemas del murciano a la hora de lidiar con una pista rugosa, que hincha la pelota como un oso tras el segundo intercambio. Esto supone un obstáculo importante a la hora de intentar desbordar al rival. De ahí esa cifra tan alta errores. Pecó el número tres del mundo de precipitado en su primer día.

Nada que ver con la versión que mostró ayer ante Andrea Vavassori. Sí, Vavassori. Todo el mundo daba por hecho que su rival en octavos de final en Róterdam sería el canadiense Felix Auger-Aliassime, pero tuvo que retirarse con problemas físicos en su pie derecho. Así que enfrentó Carlitos a Vavassori por un puesto en cuartos. Especialista de dobles (número 11 del mundo actualmente), el italiano ya había puesto en aprietos al murciano en su único cara a cara previo. Fue en Buenos Aires el año pasado y el primer set se decidió en el desempate. Tal y como hizo ayer, ese día también ganó el palmareño.

Se deslizó con una sonrisa Alcaraz por las escaleras que dan acceso a la pista central, dando la mano a todos los aficionados que le arropaban. Un baño de masas antes de competir. Entrada llamativa la que tienen orquestada en Róterdam para los tenistas, sin duda la más curiosa de todo el circuito masculino. Es un público tranquilo el neerlandés, silencioso, aunque con el tenis eléctrico y magnético de Alcaraz es difícil no activarse en la butaca.

No tardaría demasiado el murciano en poner en pie al pabellón, completamente abarrotado, con uno de los mejores puntos de lo que va de año. Golpeo con la raqueta por detrás de la espalda para después cazar un remate de Vavassori y pasarle de revés. Magia para subir la temperatura de un pabellón gélido. Esta genialidad llegaba después de una rotura temprana de Alcaraz, que comenzó el partido a todo trapo, como si tuviera prisa por ir al hotel a cenar.

Se sabía la lección a la perfección Alcaraz. El plan, preparado a conciencia unas horas antes en el hotel junto a su entrenador Samuel López, consistió en buscar permanentemente el revés de Andrea Vavassori. Se le dan bien este tipo de jugadores a Alcaraz, que prácticamente no ha perdido ante tenistas que, como el italiano, ejecutan el revés a una mano. Podía escucharse a pie de pista el sonido de los golpeos, mucho más limpio el de Alcaraz.

Sufría el italiano en el cuerpo a cuerpo desde el fondo de pista, agarrado a su servicio como única tabla de salvación para mantenerse en el partido. Ni con eso le dio para aguantar el chaparrón en el primer set, a merced en todo momento de los bombazos que mandaba Alcaraz desde el otro lado de la pista, mucho más certero hoy que en su debut. Cayó de su lado el primer set sin demasiados apuros gracias a un soberbio trabajo al saque (78% de primeros) sumado a la solidez desde el fondo de pista, con tan solo diez errores no forzados.

El empujón anímico de la primera manga llevó en volandas a Alcaraz para cerrar el partido. Más suelto con la derecha en este encuentro, consiguió el de El Palmar destrozar a un Vavassori que, por momentos, parecía un muñeco de trapo sin capacidad de respuesta. Como en el inicio del partido, no tardaría en tomar ventaja Alcaraz gracias a un excelente juego al resto. Después llegaría otra rotura más a un cabizbajo Vavassori. Bloqueado el gigante italiano y suelto Alcaraz, anoche de nuevo con la tira nasal. Con ella vuela hacia los cuartos de final en Róterdam, donde el título se queda ya a solo tres partidos. Viernes, sábado y domingo. Esa es la traca final.