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No hay día malo para ganar Roland Garros. Si, además, un murciano gana el primero de ellos el Día de la Región, mejor no puede ser. Ha llegado a París casi sin partidos en tierra debido a las lesiones, ha sabido superarse a él mismo ... y a todos y ha mostrado a todo el mundo cómo el lema «cabeza, corazón y huevos» que le dice su abuelo cobra más razón en días como estos.

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laverdad Carlos, qué hermoso eres