Líderes que se la juegan

López Miras sorteó la amenaza del congreso popular, al que la alcaldesa de Archena, Patricia Fernández, amagó con presentarse sin dar finalmente el paso. Que un partido reelija a su presidente entra dentro de la normalidad, y más cuando está gobernando. Pero he aquí que Miras era el barón popular más cercano a los defenestrados Pablo Casado y Teodoro García Egea, por lo que por momentos se especuló con que, tal vez, a Alberto Núñez Feijóo se le ocurriera dar un giro en Murcia, cuya dirección estaba repleta de hombres de Teo. No fue así y Génova apostó por la continuidad, no sin antes advertir al presidente regional de que, esta vez sí, tiene que lograr una victoria contundente en las urnas. Si no es así, el patio del PP se removerá y el ruido de sables comenzará a escucharse por el Valle de Ricote.

En cuanto a Vélez, ya no parece tan intocable para Ferraz, toda vez que Pedro Sánchez ha ido dejando a sus colaboradores de las primarias de 2017 para rodearse de las personas que estuvieron con él en su primera etapa al frente del PSOE. Entre ellas, María González Veracruz, que fue nombrada en septiembre secretaria de Estado de Telecomunicaciones. Si el resultado de Vélez en las elecciones del 28 de mayo no es satisfactorio, las miradas se dirigirán inevitablemente hacia la murciana, eterna candidata a liderar el PSRM.

El éxito electoral de PP y PSOE dependerá de si consiguen o no agluitinar a sus respectivos electorados. Lo tiene más complicado López Miras, pues Vox parece conservar intacto su tirón en la Región, donde se lleva a su terreno a los agricultores diciéndoles lo que estos quieren oír (que no siempre coincide con la verdad) sobre el Mar Menor.