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Memento mori

Memento mori

Este trabajo está dedicado a la memoria de Chimo, MAN, Calvo y Galiana. Nunca un capitán tuvo mejor equipo

Jueves, 31 de diciembre 2020, 00:01

2020 pasará a la historia por un acontecimiento universal compartido por la Humanidad al completo. Una pandemia infecciosa que, oficialmente, se salda por ahora con 1,7 millones de muertes en todo el mundo, más de 700 solo en la Región de Murcia. Si vivíamos en un estado de inocencia, inconscientes de nuestra vulnerabilidad ante desconocidos enemigos invisibles, este coronavirus nos despertó de esa ensoñación con una cruel bofetada. A los generales que desfilaban por las calles de la antigua Roma tras una victoria, siempre había quien a sus espaldas les susurraba 'Memento mori' (Recuerda que eres mortal). Nueve meses de pandemia nos lo ha dejado bien claro. El mensaje nos llegó, dolorosamente, a gritos. Ni los más ricos ni los más pobres estuvieron o están fuera de peligro, aunque los más desfavorecidos son las víctimas propiciatorias de la Covid. Tuvimos que recluirnos durante semanas en nuestros hogares, como se hacía en el Medievo para doblegar al cólera, y nueve meses después nos empezamos a beneficiar de la ciencia más puntera, que diseñó, experimentó y fabricó las primeras vacunas. Descubrimos el valor de un nuevo patriotismo, desprovisto de armas y banderas, protagonizado por el personal sanitario y otros profesionales que en primera línea se jugaron el pellejo por salvar el de todos. Ellos fueron nuestra mejor versión. En el fragor de su lucha descubrimos lagunas en la atención sociosanitaria de los mayores y escasez de medios materiales y humanos en la que pasaba por ser una de las mejores sanidades públicas del mundo. Pronto vimos la fragilidad del modelo productivo de un país muy dependiente del turismo y de la capacidad tecnológica de otras naciones. El potencial regional para producir alimentos nos salvó de un desplome brutal de la economía, que castigó, sobre todo, a la hostelería y el comercio. La agroalimentación fue la tabla a la que nos agarramos en pleno naufragio y nos salvó de un mayor hundimiento. La digitalización de nuestras vidas y trabajos ya era un proceso imparable, pero en 2020 se aceleró todo. El teletrabajo, la telemedicina, las reuniones virtuales que sustituyen a los largos viajes de avión, la relación vía móvil con los bancos... llegaron para quedarse.

En realidad vivimos una sindemia, la conjunción de epidemias que comparten factores sociales, coexisten en tiempo y lugar e interactúan entre sí. La crisis medioambiental o la derivada de las desigualdades sociales acentuaron los efectos de la Covid. Como periodistas y ciudadanos conocemos bien las consecuencias de una pandemia paralela, la del virus de la desinformación. Decía el sociólogo Daniel Patrick Moynihan que «todo el mundo tiene derecho a su propia opinión, pero no a sus propios hechos». Lo cierto es que en 2020 no existió una realidad compartida por todos. No pocos en todo el mundo, incluso desde el poder, alentaron la negación del propio virus y sus secuelas. De la posverdad y las fake news creadas en fábricas rusas de trolls para debilitar la UE pasamos a tener en la Casa Blanca al principal promotor de los 'hechos alternativos', un mendaz presidente que alentó el negacionismo de la propia pandemia y las teorías conspiranoicas. Peligrosa senda. Ya alertó Hannah Arendt que el sujeto ideal para los totalitarios son las personas incapaces de distinguir entre lo verdadero y lo falso. A resultas de lo anterior se acentuó la polarización que dinamita los discursos constructivos en la sociedad y se retroalimenta desde posiciones radicales de derecha e izquierda con guerras culturales e ideológicas.

Este suplemento es el esfuerzo colectivo de la Redacción de LA VERDAD por sintetizar y analizar este infausto 2020. Esta vez no encontrarán la firma de Chimo García Cruz y las viñetas de MAN, dos maestros del periodismo que brillaron en estas páginas hasta el último soplo de sus vidas. Nunca un capitán tuvo mejor tripulación. Los que seguimos a bordo no les olvidamos. Este trabajo está dedicado a la memoria de Chimo, MAN, Calvo y Galiana. Sí, 2020 no pudo ser peor. Feliz 2021 a todos y gracias de corazón por confiar en nosotros y apoyar el periodismo, la vacuna contra la desinformación.

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