Secciones
Servicios
Destacamos
Carlos García y Álvaro Rabadán
Jueves, 17 de enero 2019
De camino al Café Lab, donde habíamos quedado para entrevistar a Nunatak, iba escuchando sus últimas canciones editadas. 'Estos chicos saben lo que hacen', pensaba. Han calado hondo en un público cada vez más amplio y su fórmula engancha a la primera escucha. Canciones directas, coros que se incrustan en el subconsciente y melodías y ritmos que ayudan a que así sea. Coincidía que esa misma tarde había una concentración convocada por colectivos feministas en la plaza del Cardenal Belluga en la que cientos de personas clamaban por no dar un paso atrás en cuanto a derechos conquistados hace muchos años y reivindicaban los que más pronto que tarde se deben conseguir. Me quedé un rato mientras sonaba en mis cascos 'El tiempo de los valientes'. A Nunatak, habiendo emprendido camino hace un tiempo ya, aún le quedan muchos pasos adelante que dar. Adrián (Gutiérrez –voz, guitarra y ukelele–), Nando (Besada –bajo–) y Álex (Martínez –batería–) transmiten al charlar con ellos lo que ya imaginaba: el primer paso es el mental, y ahí Nunatak no va a fallar. Eran las 20.15 y no apetecía ya café. Pedí una cerveza y pulsé el REC de la grabadora.
–Va a hacer ya un año de la salida al mercado de 'Nunatak y el tiempo de los valientes'. ¿Cuál es vuestro balance del disco?
–Adrián: Es el mejor disco que hemos compuesto. Y el público también lo piensa, o al menos es lo que hemos visto en directo. Son las canciones que más cantan y el álbum con el que más comentarios y 'feedback' positivo hemos tenido en las redes sociales. Creo que una de las claves es que hemos llegado a un punto de madurez cada uno en su instrumento y también como compositores a la hora de ponernos a hacer el disco. Y también contamos con un tiempo que no tuvimos en los anteriores. Grabamos con tranquilidad aquí en Murcia, con la producción de Raúl de Lara. Al final, las cosas hechas con mimo, cariño y tiempo se notan.
–Vuestro sonido ha cambiado con el paso de los años, dejando un poco de lado, sin llegar del todo a abandonar, las raíces folk y tomando más protagonismo el pop. ¿Qué creéis que pensarían los Nunatak de 'Las luces del bosque' de 'El tiempo de los valientes'?
–Álex: En el primer disco, tanto en el EP que publicamos antes, como en el álbum, teníamos muy pocos conocimientos de todo lo que es la producción y la grabación. Hicimos un poco lo que creíamos que podíamos llegar a hacer. No conocíamos tampoco quizás las herramientas a nivel técnico para conseguir una producción tan completa como la del último disco. Realmente, el tema del estilo no es que sea intencionado, sino que vas componiendo y tocando las canciones durante la gira, y poco a poco vas dándole otra forma. La evolución sonora es lógica cuando tocas mucho, porque si no te aburrirías. Es lo que opino como músico. Vas probando las cosas que te van saliendo. Sí que es cierto que, como suele decir Adrián, hemos llegado a un punto de inflexión en el que quizás es el primer álbum que al acabarlo hemos estado totalmente satisfechos con el sonido al que hemos llegado, el tipo de producción y cómo han quedado las canciones en sí. En parte, porque es el disco con el que hemos tenido más tiempo y también hemos llegado a un momento en el que sabemos cómo nos gustaría que quedaran las canciones. De hecho, en los meses que llevamos de gira han variado muy poco, las tocamos prácticamente igual a como salieron del disco. Estamos convencidos de que las canciones han llegado a un punto óptimo.
–Dave Grohl, de Nirvana y Foo Fighters, dijo que los discos hay que grabarlos justo después de las giras.
–Álex: Estoy de acuerdo al 100%. Es eso, o darle muchas vueltas antes de la grabación. Nosotros tuvimos mucho tiempo, pero también lo aprovechamos inteligentemente, porque hubo bastante espacio desde la primera fase de composición hasta la premaquetación y después para la producción. Siempre dejábamos varias semanas de aire, para encontrar los puntos de los que te arrepientes y llegar a la siguiente fase con todas las decisiones tomadas y alcanzar así el punto de decir 'yo personalmente no creo que puedan estar mejor las canciones del disco. Ya tienen que ser otras canciones, porque las que están, han llegado a su punto óptimo'.
Ver fotos
–¿Qué tal la experiencia de 'Sesiones valientes'? ¿Cómo ha sido revisitar las canciones del último álbum y trabajar con gente como Rafa Val, Nina de Juan e Iván Ferreiro?
–Adrián: Ha sido una experiencia muy bonita y enriquecedora entablar relación compositiva y artística con gente de la talla de Iván, Nina y Rafa. Cada uno ha aportado su parte y visión de los temas. En cuanto a lo que son las 'Sesiones valientes' en sí, queríamos darle una nueva vida las canciones. La idea era devolver algunas de ellas a la fase de maqueta. En una entrevista de Mumford and Sons leí que el grupo tenía como una especie de prueba para cribar los temas de los discos. Lo llaman la 'canción de campamento'. Si puedes defenderla simplemente con una guitarra como si la tocaras en un campamento de verano, es que puede funcionar de verdad. Y estas canciones son realmente de campamento. Solo con la guitarra y la voz funcionan. Esa es un poco la idea, devolver las canciones a ese estado.
–Los principios siempre son difíciles, con mucha carretera e incertidumbre al tocar en sitios alejados de casa. ¿Hay algún concierto donde la acogida os sorprendiera por lo positivo?
–Nando: Así de primeras, el norte, por ejemplo, siempre ha sido difícil, y también el sur de Andalucía. Siempre pensábamos que éramos un poco desconocidos en sitios como La Coruña y Sevilla, pero nos sorprendió ir a tocar a esos lugares y que, de pronto, hubiera más gente de la esperada. En Málaga, una de las primeras veces que fuimos, estuvo el público en total sintonía con nosotros y eso es lo que nos da gasolina para estar más a tope cada día.
–Cuando entrevistamos a Rafa Val, de Viva Suecia, le preguntamos por la parte fea de tocar en un grupo: madrugones, viajes, pruebas de sonido… Y si vivir de la música era lo que él esperaba, aunque vosotros todavía tenéis otros trabajos.
–Adrián: Cualquier persona que haya tenido un trabajo con un jefe medianamente normal, que no sea bastante cabrón, te va a decir que trabajar en la música es mejor. Estoy seguro, a no ser que tuviera una mala experiencia por el entorno musical o problemas con el grupo, pero son casos concretos. En términos generales, si lo piensas se trata de estar con un grupo de amigos, hacer canciones y salir a tocar por ahí. Es duro estar mucho tiempo lejos de casa, pero también lo es levantarte a las seis de la mañana todos los días. Todo tiene su parte mala.
–Álex: También es cierto que no es lo mismo vivir de la música siendo un grupo español que funcione, a vivir de la música siendo uno internacional con giras mundiales. Es decir, hay gente en España que vive de la música y que, al final, de lunes a jueves permanecen en su casa. Eso es muy compatible con la vida personal y familiar. Si ya hablamos de hacer una gira mundial y pasar tres meses fuera de casa, es otro tipo de historia. En nuestro caso, si la cosa subiera y pudiéramos llegar a vivir de la música, que es básicamente generar suficiente dinero como para repartir sueldos dignos, creo que la mayor parte del tiempo seguiríamos estando en casa tres o cuatro días durante la semana.
–Nando: A nivel musical, si con este disco hemos tenido más tiempo para grabarlo y estamos muy contentos, eso extrapolado a tener un año entero para trabajar solo en eso, podrían salir cosas mejores. Es como en cualquier trabajo, cuanto más le dedicas, mejor. Me gustaría ser libre en ese sentido.
–¿Cuáles son vuestros planes para este año? ¿Preparar nuevas canciones y empezar a ensayar un disco nuevo?
–Adrián: En esas estamos. Vamos a seguir con la gira y empezar a componer como cabrones. (Risas).
–Álex: La historia es que no puedes parar, y eso pasa con cualquier grupo. Si no sabes de una banda nada durante tres o cuatro meses, ya te preguntas si se han separado. Hay que enganchar composición con gira, gira con grabación, grabación con festivales…
–Nando: Como dicen en la película 'Bohemian Rhapsody': «Disco-gira-disco-gira…».
–Álex: Aunque dentro de las limitaciones que tenemos, por el hecho de tener otros trabajos. Cuando hacemos reuniones compositivas, podemos dedicar un fin de semana completo, y con suerte tres o cuatro días seguidos, peso eso pasa muy pocas veces. Sería un sueño poder levantarte por la mañana sin tener que pensar en otra cosa que hacer música.
–Nando: Te relajas y produces mejor.
Álex Martínez
–¿Cómo es trabajar con el apoyo de una multinacional del calibre de Warner Music? ¿Era lo que esperabais?
–Nando: A efectos internos nos ha dado una infraestructura que de otra manera no tendríamos, porque es complicado sacar dinero para grabar el disco y los vídeos, la promoción… Y nos da credibilidad de cara al exterior.
–Álex: Y contactos. Al final es tener un equipo más grande trabajando para que el proyecto crezca. Y si es un equipo que tiene unas credenciales como una multinacional así, te va a brindar muchas más posibilidades.
–Me imagino que también os ha dado seguridad para que vosotros mismos penséis que hay gente detrás que confía.
–Adrián: Sobre todo es lo que dice Nando, credibilidad de cara a fuera y confianza. Lo que está claro es que cualquier compañía de ese tipo funciona como un multiplicador de lo que tú hagas. Las posibilidades siguen recayendo en ti. Seguimos en esa fase de crecimiento, que en nuestro caso es lento, pero el hecho de tener a Warner Music nos hace llegar a sitios a los que no podríamos llegar de otra forma. Pero tampoco es decir 'tenemos a Warner y ya ¡catacrack!'. Pues no. Es una semilla que se planta y requiere un desarrollo. De hecho, la palabra que más me gustó cuando hablamos con ellos es 'banda en desarrollo'. Nos veían así, que no iba a ser una cosa de resultados ya al día siguiente.
–El 1 de febrero tocaréis de nuevo en una sala de conciertos en Murcia, después de casi cinco años, aunque entremedias habéis pasado por el Lemon Pop, Warm Up, Teatro Circo y Welcome. ¿Qué tal es volver a casa?
–Adrián: Es una mezcla entre ganas y responsabilidad. Es lo típico de que es Murcia, lo mismo que nos pasa en Cartagena, y conocemos a mucha gente. Juegas en casa y tiene que salir todo muy bien. Es una parte de responsabilidad y de carga sobre nuestras espaldas que a lo mejor no deberíamos tener, pero es la realidad. Y también tenemos muchas ganas. Da gusto por el cariño y el amor que tiene la gente en estos conciertos, aunque también nos pasa en otras ciudades como Madrid, que ya es como nuestra segunda casa. Los conciertos que recuerdo de Murcia son muy buenos, y sobre todo en salas. El primero lo dimos aquí.
–¿Vais a preparar algo especial para el concierto?
–Álex: Lo especial es que por fin vamos a hacer en Murcia, en el Garaje Beat Club, lo mismo que en el resto de España y que parece que a la gente le gusta. (Risas). Lo cierto es que cuando tocamos en festivales hacemos un repertorio corto y directo, sin parones. En este concierto va a haber de todo: momentos íntimos, otros más cañeros, canciones acústicas… Un repertorio variado y extenso para que los fans de Nunatak se queden a gusto.
Adrián Gutiérrez
–Y ahora que hablamos del tema de conciertos en salas, ¿qué opináis de la situación de la música en directo en Cartagena y los problemas de algunos locales y bares con las licencias para programar actuaciones?
–Álex: Los políticos tienen que ponerse las pilas en este sentido. En nuestro caso, si lo piensas, es un poco ridículo, porque somos de allí y no podemos tocar. Solo podría ser en La Mar de Músicas o si nos contrata algún festival.
–Adrián: No podemos plantear hacer un concierto en sala en Cartagena. Y queremos. Hemos estudiado varias ideas y alternativas para tocar en tu ciudad, porque la gente nos pregunta mucho cuándo vamos a hacerlo.
–Álex: Cuando giramos por España y festivales, conocemos a muchos músicos de bandas y nos preguntan si pueden tocar en Cartagena, y es ridículo decirles que no. Solo si vas con una guitarra y un taburete, y ya ni siquiera. A mí me da un poco de vergüenza.
–Nando: Y ahora parece que con el tiempo va a ir a peor. No sé, cuando tenía 16 años había conciertos todos los fines de semana de bandas de toda España. Pero ya no.
–En este sentido, Murcia podría ser un espejo, porque hay muchos locales que realmente funcionan bien y se programan cientos de conciertos a lo largo del año.
–Álex: Creo que los políticos se apoyan en que en Cartagena hay tres o cuatro eventos culturales muy fuertes y que son conocidos en toda España, pero debería existir un pequeño porcentaje del presupuesto, aunque sé que es difícil en estos tiempos, para subvencionar la cultura, como hace diez años. No sé si la solución es pagar una parte a las salas de conciertos, pero pienso que se podría hacer un mayor esfuerzo para mantener vivos los conciertos en Cartagena. O si no vas a ayudar, tampoco estorbes.
–Adrián: Es básicamente que no pongan trabas. Creo que la cultura no tiene siempre que depender del Estado. Aunque sí podría aportar ayudas a los locales de ensayo y salas de conciertos más pequeñas. Una vez que sales de ahí, es cosa de cada proyecto. En Cartagena ahora mismo no hay opción para tocar. Tienes que hacerlo en la calle o en algún bar solo con la guitarra.
–Álex: Y ya casi que no. Es muy complicado.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.