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El cantante Víctor Cabezuelo, en el último concierto de Rufus T. Firefly en la Sala REM. Edu Botella / AGM
Víctor Cabezuelo: «En la música hay veces que la gente acaba creyendo más en ti que tú mismo»

Víctor Cabezuelo: «En la música hay veces que la gente acaba creyendo más en ti que tú mismo»

El cantante de Rufus T. Firefly promete que volverá pronto a Murcia tras la mala experiencia con la lluvia en el B-Side; la banda madrileña actuará en Albacete el próximo 10 de noviembre

Miguel A. Muñoz y Carlos garcía

Murcia

Miércoles, 24 de octubre 2018, 23:46

Almería, La Coruña, Santander, Salamanca, Oviedo, Bilbao, Madrid, Barcelona… y así hasta 21 ciudades componen la gira 'Magnolia/Loto' de los madrileños Rufus T. Firefly, una de las bandas más en forma y estimulantes del panorama independiente nacional. Aunque Murcia no figura en los carteles, Víctor Cabezuelo (Madrid, 1983) –voz, guitarra y teclados– aclara que todavía faltan fechas por anunciar y promete que volverán pronto. Y es que necesita sacarse la espina de su última visita a la Región, cuando en el festival B-Side de Molina de Segura no pudieron tocar más de cinco canciones por la lluvia de aquel famoso 8 de septiembre de la 'gota fría' 'interruptus' (el resto de grupos completaron sus actuaciones sin problemas, que también es mala suerte). Para todos aquellos que no quieran esperar al concierto en Murcia, pueden acudir el próximo 10 de noviembre a la Sala Clandestino, en Albacete, y vivir uno de los mejores directos de la actualidad. Atascaburras, gazpacho manchego, queso frito, magra con tomate, rabo y oreja de cerdo, lomo de orza... y psicodelia.

–'Loto', vuestro quinto álbum, lleva ya varios meses en la calle. ¿Qué tal ha sido el recibimiento?

–Muy bueno, como una continuación del anterior, 'Magnolia'. Este disco nos lo hemos tomado como una segunda parte, y el público también. Nos sentimos muy felices al comprobar que todo el mundo ha comprendido que forma parte de una misma obra y que todo está basado en el mismo concepto: dividir un disco en dos años.

–¿Se compuso a la vez o fue posterior?

–Algunas canciones se compusieron a la vez, pero no llegamos a desarrollarlas cuando grabamos 'Magnolia' por falta de tiempo, y otras se han ido creando a lo largo de la gira, en los ensayos y en las pruebas de sonido, donde se nos ocurrían ideas y las hemos llevado al disco. Es como una obra que lo completa todo.

–Una obra muy psicodélica y con muchas referencias a la cultura popular.

–Con 'Loto' y 'Magnolia', la música nos ha llevado a hacer una sonoridad muy rockera en los conciertos y basada en la psicodelia de los años 70. Nos dicen mucho que estamos haciendo una labor pedagógica de psicodelia. La gente se piensa que viene a ver a un grupo indie y, de repente, tocamos una canción instrumental de 15 minutos. Con estos dos discos percibo que no solo ha crecido nuestro público, sino que se ha ampliado el rango de edad y viene muchos jóvenes que quizás no saben nada de Pink Floyd. Es muy bonito enseñarles algo que no conocen. Mucha gente se queda alucinada por lo que hacemos. Y en cuanto a las referencias, nos gusta mucho tirar de cosas que admiramos y que nos han marcado de alguna manera para contar nuestras historias. Es como un punto de partida muy bonito y honesto, porque cuentas una historia fantástica y, a la vez, dices la verdad. Relacionas los conceptos de sueño y fantasía con la pura realidad.

–¿Habrá hueco en la gira para vuestros temas antiguos?

–Vamos a tocar 'Magnolia' y 'Loto' enteros del tirón. Queremos cerrar esta etapa y nos lo tomamos como una especie de agradecimiento a nuestros propios discos. Les damos las gracias a estas canciones que nos han traído hasta aquí. Habrá alguna antigua, pero no muchas por falta de tiempo.

–Tras estos dos discos y los conciertos, ¿cuál es el siguiente paso natural de Rufus T. Firefly? ¿Cuándo os gustaría volver al estudio de grabación?

–Lo vemos muy alejado todavía. Cuando terminemos la gira en abril del año que viene, lo que realmente queremos es parar un tiempo y, después, empezar a componer de nuevo y cambiar nuestra forma de hacer canciones. Nos queremos comprar instrumentos nuevos y enfocar un poco la composición de otra manera. No nos gustaría repetirnos. Parece que se nos ha encasillado de alguna manera como un grupo de rock psicodélico y quizás queremos huir un poco de eso. La psicodelia seguirá presente, evidentemente, porque la tenemos muy dentro, pero seguramente sea por otro camino muy diferente.

«No nos gustaría repetirnos en nuestro próximo disco»

–Os arriesgáis a que luego os critiquen que ya no sonáis igual que antes.

–Pues sería lo ideal. Si ocurre eso, es que lo hemos conseguido.

–Además de en Rufus T. Firefly, tocas en otro grupo, Mucho, y produces discos a lo largo del año. ¿Cómo de difícil es llegar a vivir de la música estos días?

–Soy afortunado porque mi trabajo está íntegramente relacionado con la música, pero no todos los miembros del grupo pueden decir lo mismo. Hay que trabajar mucho para ganar un mínimo que te permita vivir y, aparte, necesitas mucha suerte, puesto que no vale solo con trabajar. Si la música solo se basara en el esfuerzo y en el talento, sería aceptable, pero es muy difícil. Existe un componente necesario de suerte o de conexión con el público que no sé explicar muy bien, y que es un poco ambiguo y complicado. También considero que, a nivel social, el oficio de músico tiene un aspecto muy ligado al entretenimiento y poco a la cultura. Es complicado de llevar.

–¿Alguna vez te has sentido en un callejón sin salida y te has planteado arrojar la toalla?

–No, porque necesito tocar. Es verdad que Rufus T. Firefly sí ha estado a punto de desaparecer en muchas ocasiones, sobre todo en los primeros años, cuando todo era un poco inviable, pero siempre sucedía algo que nos permitía seguir publicando discos. Muchas veces no es cuestión de que no quieras, sino de que no se puede. Siempre está ahí la duda. Y, al final, si sigues es siempre por la gente, que de alguna manera se vuelca y acaba creyendo más en ti que tú mismo. Es algo muy bonito cuando sientes que hay personas detrás del proyecto y que lo apoyan de una manera tan fiel. Eso te da ganas de seguir.

–Y, entonces, ¿qué opinas de fenómenos como 'Operación Triunfo'?

–No lo relaciono nada con la música. Para mí no se trata de un programa musical, sino de entretenimiento. Cantan canciones, pero no tiene nada que ver con la música. Es otra cosa. No me afecta ni para bien ni para mal, porque no lo relaciono. Es como si hablamos de ajedrez y sale el tema de Cristiano Ronaldo. Para mí pasa un poco lo mismo.

–Hace unos días comentaste por las redes sociales que te habían criticado porque no eres muy hablador con el público durante los conciertos. Incluso, pedías a otros músicos que te recomendaran frases para agitar a las masas. ¿Has probado ya alguna?

–(Risas). Era una broma, lo decía con ironía. Se trataba de una respuesta a una crítica que nos hicieron. El mensaje que quería transmitir es que si esperas más de un grupo como Rufus T. Firefly, o si no te das cuenta de que lo que estamos tocando es como muy hacia dentro, es que no estás entendiendo nuestra música ni lo que queremos expresar. Me hace mucha gracia verme en este papel de animador. Tenía muchas frases apuntadas para el Granada Sound, como cuando se intenta picar al público con el '¡vamos, que sé que podéis hacerlo mejor!', pero no llegué a decir ninguna.

–'¡Esas palmitas...!'

–'¡Esas palmas!'... (risas). No creo que valga para eso. No me parece mal que la gente que honestamente lo siente, lo haga, pero a mí no me lo pidas.

«No relaciono nada 'Operación Triunfo' con la música; cantan canciones, pero es otra cosa»

–Por vuestra forma de entender la música, ¿os sentís más cómodos tocando en salas de conciertos que en festivales?

–Sin duda. Me gusta tocar en salas porque allí podemos defender nuestra propuesta al 100%, como interpretar juntos los dos discos del tirón. Básicamente, nos permite estar muy cercanos al público, que es lo que más nos gusta… aunque sin necesidad de hablar. (Risas). Me siento más cómodo.

–Aunque este año habéis estado en grandes festivales, como el Mad Cool. Eso también debe ser una gran experiencia.

–Claro, fue increíble tocar en tantos festivales, y tan importantes. Lo que pasa es que siempre trato de darle la misma importancia a todos los conciertos que hacemos, y me da igual que sea en un gran festival o en la Sala REM de Murcia. El concierto del Mad Cool, por ejemplo, fue un auténtico desastre a nivel técnico. Apenas tuvimos tiempo para la prueba de sonido. No oí absolutamente nada. Tenía un 'demogorgon' –referencia a una de las canciones de su último disco basada en el monstruo de la serie 'Stranger Things– en mi monitor. Intento estar muy dentro del momento que estoy viviendo, y me da un poco igual el escenario.

–Entiendo que no eres de los que se da cuenta si el público presta más atención al móvil que al grupo.

–Desde el escenario no me entero de nada porque estoy muy metido en lo que hago. No sé si la gente está hablando, haciendo fotos o bailando. No me suelo enterar demasiado. Llevamos ya doce años con el grupo y todo ha cambiado mucho. Hay más redes sociales y todo es como muy diferente.

–El segundo motor de Rufus T. Firefly es Julia Martín, una batería que no deja de recibir elogios. ¿Qué crees que debería cambiar para que las mujeres adquieran más presencia en el rock español?

–Me parece que de alguna manera ya está todo cambiando, y la mejor forma es que ellas se hagan fuertes en este terreno. Siempre he admirado mucho a Julia por cómo se lo tomó desde el primer día, lo claro que siempre ha tenido las cosas y lo que ha trabajado para llegar hasta aquí. Me hace ilusión que ella sea una especie de ejemplo para las chicas más jóvenes, que de repente la ven y quieren tocar la batería. Es un poco el camino y, al final, todo caerá por su propio peso.

Escena murciana

–¿Cómo se observa desde fuera la eclosión de la música indie murciana?

–Siempre ha existido una escena musical muy fuerte en Murcia y han surgido grupos muy buenos. Recuerdo que uno de los que más me impresionó cuando empecé a tocar era Noise Box. Es un grupo al que admiro mucho, porque siempre ha hecho las cosas con mucho gusto y calidad. Y luego está Viva Suecia, por supuesto, pero también Alien Tango, que son increíbles. No sé qué pasa en Murcia que ese circuito siempre está como muy vivo.

–Noise Box es quizás un buen ejemplo de lo que decías de que es necesario un componente de suerte para triunfar en la música.

–Es algo que no depende de ti. Puedes tener un talento increíble y trabajar mucho pero, por alguna razón, la pieza no termina de encajar y no se sabe el motivo. No entiendo por qué Noise Box no son famosos. Hacen canciones increíbles y tocan muy bien.

Bonus tracks

  • –¿Qué disco ha marcado más tu carrera? –El 'OK Computer' de Radiohead. Es el que más he escuchado y del que más he aprendido.

  • –¿Cuál fue la primera canción que aprendiste a tocar? –'Jesucristo García', de Extremoduro.

  • –¿Qué banda nunca faltaría en un festival organizado por ti? –Atención Tsunami y Calavera. Y de los internacionales siempre contrataría a Radiohead y a Ty Segall.

  • –¿Qué canción debería sonar en un bar para que decidieses irte? –Cualquiera de pachangueo.

  • –Tu mejor recuerdo musical. –Un festival benéfico que organiza Luz Casal en su pueblo gallego. Tuve la sensación de tocar en un sitio como Woodstock.

  • –Un concierto que te decepcionase. –Los Planetas. Era muy fan de pequeño y me pareció una tomadura de pelo. Aunque ahora me he vuelto a reencontrar con ellos.

  • –En un festival, ¿eres de los que pasas más tiempo en el escenario principal o en los secundarios? –Últimamente la mayoría de las bandas, incluido Rufus T. Firefly, nos repetimos en todos lados. Me gustaría no ver a un grupo más de cinco veces en un mes.

  • –La última vez que te pusiste nervioso al conocer a alguien. –Con los componentes de Tame Impala, en el Mad Cool. Les dijimos que aquí todo el mundo nos dice que somos los 'Spanish Tame Impala', y les hizo gracia.

  • –¿Liam o Noel? –Me cae muy bien Liam. Lo conocí hace unos años cuando teloneamos con Mucho a su banda Beady Eye, y fue muy amable. Me llevé una sorpresa porque pensaba que era un gilipollas, y el gilipollas era yo por pensarlo.

  • –Si te llama C. Tangana y te pide una colaboración, ¿qué pensarías? –Pues quedaría con él, lo hablaríamos y si hay algún tipo de conexión y llegamos a un punto en común, estaría encantado de colaborar.

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