![Un libro que es un bálsamo para el alma](https://s2.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/202205/21/media/cortadas/WhatsApp-Image-2022-03-16-at-12.14.33-PM-650x433-U170162058546COH-1248x770@La%20Verdad.jpg)
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ALICIA MORALES
Sábado, 21 de mayo 2022, 08:23
Antonio Martínez Mengual nos ofrece en su bellísimo y cuidado libro 'Viaje a Grecia' su mirada sobre este pequeño e inmenso país mediterráneo. Una mirada construida a lo largo de una vida de trabajo, viajes, lecturas, músicas, conversaciones y descubrimientos. La idea de la obra ... adquiere su forma definitiva, como el propio autor ha indicado, en tiempos de confinamiento e incertidumbres. Nos imaginamos al pintor en su estudio en aquellos días grises desplegando el abanico de sus colores y sus pinturas, explorando sus archivos: libros, apuntes, fotografías. Seleccionando y ordenando recuerdos y emociones. Esto, pienso, es este libro: una voluntad tenaz de recuperar la belleza, un meticuloso ejercicio de reconstrucción de la memoria fragmentada, una profunda introspección sobre la obra y la vida propias.
El territorio donde creación, belleza e introspección se encuentran no puede ser otro sino Grecia. Esa Grecia real y soñada que compone quizá el espacio mítico más potente y fértil del imaginario occidental. Y el hilo que da cohesión al libro es el viaje, la estructura narrativa más idónea desde los albores de la civilización para que el ser humano se cuente a sí mismo.
Suele afirmarse que la modernidad es eminentemente odiseica en su retorno a Grecia y al mito antiguo. El Ulises de Homero, arquetipo del hombre contemporáneo, da ocasión para la reflexión sobre la condición humana en el mundo actual, con todas sus contradicciones. El viaje es así peregrinaje vital: el amor, la guerra, la muerte, la nostalgia de Ítaca. Siglos después otro griego, el alejandrino Cavafis, legó a la posteridad la gran pregunta: «¿Qué significan las Ítacas?». Más tarde el poeta Giorgos Seferis se volverá a interrogar: «¿Qué buscan nuestras almas en su viaje?».
Martínez Mengual es en este libro un trasunto de Ulises; viaja a tierras griegas, pinta su paisaje y entronca así con esa larguísima tradición de viajeros a Grecia de la que habla el profesor Jarauta en su magnífico prólogo. Y todo viaje, ya se sabe, es también un viaje interior. En su 'Viaje a Grecia' el pintor descubre la luz del paisaje heleno -un «viaje iluminador», dice él mismo- y al tiempo se descubre y conoce a sí mismo. Tras décadas de pinturas y travesías, todo cobra sentido y la obra llega a su más perfecta expresión, una vez ganada sabiduría y experiencia en el camino. Quizá eso sea Ítaca. Quizá sea eso lo que buscan las almas en su viaje.
La sensibilidad de su pincel capta excepcionalmente la esencia de Grecia. El mito griego es corpóreo, terrenal, está íntimamente ligado al paisaje. Emerge del suelo rocoso y áspero, sus contornos está definidos por la luminosidad del cielo y sus límites son los del mar. Así lo han visto los poetas. En su familiaridad lo sentimos profundamente humano. Dirá Kazantzakis: «Todas las cosas en Grecia, montañas, ríos, mares, llanuras, se humanizan y hablan al hombre un lenguaje casi humano. No lo aplastan, no lo atormentan, se hacen amigos suyos, colaboradores».
Es probable que en ello radique la fascinación que ejerce sobre nosotros Grecia y su paisaje. Mediterráneo puro. En su simplicidad y su desnudez nos habla de cerca, sin velos, como la misma verdad. Acaso nos cuenta un relato ancestral, la historia del hombre desde el comienzo de los tiempos. Y lo hace con la sencillez y la claridad del sabio que lo ha vivido y lo ha sufrido todo. Con las palabras de los poetas inspirados por las musas, que son, como bien sabían los antiguos, las que conocen lo que fue, lo que es y lo que será.
Grecia forjada por el sol y por los poetas. Una tierra curtida por los siglos, también sufriente y dura como las piedras y los mármoles que salpican su paisaje. Y todo ello lo expresan las pinturas de Antonio Martínez Mengual: su Grecia es una Grecia de azules, verdes, amarillos, rojos y negros; una Grecia esencial, simple en sus formas, de «geometrías angulares», en la que el árbol, el mar y la piedra cobran todo el protagonismo, siempre a merced de la luz, como en los poetas. 'Ut pictura poesis'.
En cada etapa de su viaje el pintor nos guía en un hermoso recorrido por los lugares del mito y sus paisajes: Creta, Esmirna, Troya, Micenas, Delfos, Eleusis, Atenas y su deslumbrante Acrópolis... En un momento siente nostalgia y se detiene a contemplar el mar, como hacía Ulises cada mañana en la isla de Calipso entre lágrimas, en su anhelo por ver el día del regreso. Sabemos, no obstante, que no hay que apresurar el retorno sino gozar del camino. En algún momento llegaremos a Ítaca.
Con este libro nos muestra Antonio Martínez Mengual que la creación y la belleza se sobreponen con determinación a los tiempos oscuros. Salvan al artista y nos salvan a todos. Gracias por este regalo que es realmente un goce y un bálsamo para el alma.
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