

Secciones
Servicios
Destacamos
María Parra Soler
Sábado, 20 de enero 2024, 07:55
A raíz de la publicación de los resultados del último informe PISA, podríamos preguntarnos si estamos satisfechos con la sociedad de jóvenes «alectores» que estamos ... construyendo. Es tan preocupante que las sucesivas generaciones de alumnos españoles vayan perdiendo el dominio de la competencia lingüística con los años, como los motivos que lo genera. Y es que estamos en un escenario en el que, como señala el director del Instituto F de Investigación Educativa, José Manuel Lacasa, «la escasa ambición de los políticos en este asunto es evidente». No le falta razón, por ejemplo, si nos situamos en la Región de Murcia, el profesorado carece de una hoja de ruta marcada por los responsables de Educación para atajar esta situación, cuando el primer paso sería algo tan sencillo como implementar un plan que mida la competencia lectora de todos los alumnos de la Región y diagnostique si sus progresos están en correspondencia con su nivel curricular, al igual que lo primero que se hace con un hijo enfermo es tomarle la temperatura.
La realidad es compleja ya que, además del componente político, debemos añadir otros factores que resultan determinantes para que el incremento de «alectores», incapaces de expresarse con propiedad y con sentido crítico, tienda al alza a pesar de la enorme inversión en recursos. El sistema educativo, en su deseo de superar el estigma del fracaso escolar y de adaptarse a los tiempos caracterizándose como integrador, ha ido devaluando el espíritu del esfuerzo y la satisfacción de alcanzar los logros, reduciendo el nivel de exigencia para que todos titulen y no quede nadie atrás, provocando así la confusión pedagógica entre los que realmente no pueden y los que simplemente no quieren. Y es por eso por lo que nos encontramos con casos de estudiantes de 4º de ESO o de 2º de Bachillerato que, a pesar de no haber aprobado el curso completo, titulan para continuar sus estudios posteriores con unas carencias que los convierten en vulnerables; o bien, nos sorprendemos del elevado número de alumnos que agotan las repeticiones de curso y pasan por imperativo legal. Por tanto, estamos en un panorama escolar muy alejado de la excelencia.
El foco del problema lector en el que estamos inmersos se dirige directamente a la asignatura de Lengua. En nuestro país, la enseñanza de la lengua española en los centros educativos, además de estar lejos de adoptar un carácter instrumental, que garantice una buena competencia lingüística, ha provocado que les exijamos demasiado tiempo y esfuerzo a los alumnos en el análisis de la gramática, relegando a un segundo puesto el conocimiento de la literatura, a la que le ha ido comiendo terreno desde su unificación como materia, para quedar reducida a la simplificación de los autores clásicos más importantes sin apenas tiempo para ser saboreados, para que el alumnado sea capaz de impregnarse de la belleza de la palabra bien tallada por manos de verdaderos maestros de la pluma que la consagran como algo más que una mera transmisora de ideas o conocimientos.
Esta dejación ha hecho que a la palabra se la haya despojado de la riqueza que cobra en un terreno tan fértil como es el literario, impidiendo así a los alumnos la adquisición de una base que les dote de un acervo cultural con el que construir un andamiaje imprescindible para esculpir minuciosamente su identidad y su conocimiento científico y humano. Solo la literatura nos permite pensar y conectar con otras mentes para conocer y comprender el mundo que nos rodea y, en caso necesario, aportar soluciones con carácter crítico, pues el conocimiento que nos dan los libros es el camino que conduce hacia las oportunidades de un futuro prometedor para mentes bien formadas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Especiales
Así se desbocó el urbanismo en La Manga
Fernando López Hernández
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.