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Lunes, 25 de septiembre 2017, 09:50
El arte regional sentirá pena por la ausencia definitiva de dos escultores tan notables como Pepe Molera y Hernández Cano. Hombres de caracteres particulares, nos han dejado una obra merecedora de más conocimiento y respeto del que hasta ahora se le ha tenido. De Hernández Cano está prevista la colocación de una escultura suya en la Plaza de Sardoy y una posterior exposición; pero, sin interesadas comparaciones, Molera también merece un recuerdo, aunque fuese un artista tan apartado de la sociedad.
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