Alertan de que el material escolar contiene alérgenos ocultos

Las clases ya han comenzado para los más pequeños. Unas semanas frenéticas para hacerse con todo lo necesario: mochila, libros de texto, cuadernos, lápices, agendas, etc. Y es que su uso es crucial para aprender. Sin embargo, la manipulación del material escolar puede suponer un peligro para los niños alérgicos. Así lo ha alertado la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (Seicap).

La Seicap advierte de que el material escolar contiene alérgenos alimentarios ocultos. Diferentes asociaciones y organizaciones alertan de que existe una falta de información que es imprescindible, ya que, según la Seicap, un 25% de la población infantil padece algún tipo de enfermedad alérgica. En este sentido, denuncian que «muchos proveedores, al serles requerida información sobre la posible presencia de alérgenos en sus productos para uso escolar, no proporcionan ninguna respuesta». Y los que sí lo han hecho, han alegado que «el material escolar no se come».

Aseguran que han encontrado gluten, frutos secos, soja, proteína de la leche, legumbres y cereales en ceras, tizas, pasta para modelar, pegamentos, pinturas de dedos para bebés, acuarelas o témperas. Si los niños con enfermedades alérgicas, asma o inmunodeficiencias primarias (IDP) tocan, inhalan o ingieren por accidente estos materiales de uso común en las aulas pueden poner en peligro su seguridad y su vida.

Con ello, el doctor Juan Carlos Juliá, coordinador del Grupo de Trabajo de Educación Sanitaria de la SEICAP aconseja «buscar alternativas para los trabajos manuales con los artículos implicados, reemplazarlos por otros y repasar por parte del profesorado el listado de objetos que pueden contener estos ingredientes». En ningún caso, « hay que discriminar en ninguna actividad del centro al niño por su alergia; lo que se debe hacer es disponer siempre de una alternativa».

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