Un Murcia ineficaz patina en Pamplona

Eso fue lo peor de un partido en el que el Murcia pudo haberse incrustado con más fuerza en la zona de 'playoff' de cara a las cinco jornadas finales, cinco choques que serán finales, partidos a vida o muerte. El equipo grana, que debió ser más eficaz en las dos áreas y mostrar más intensidad en el primer acto, tendrá posibilidades de seguir arriba, aunque debe corregir su falta de hambre en algunas ocasiones, en momentos trascendentales de unos partidos en los que se juega volver a Segunda. Y también debe tapar sus grietas en defensa, que en Tajonar volvieron a salir a la palestra como hace una semana.

El Real Murcia no tenía una misión fácil en Pamplona. Se medía a un rival situado en la zona alta de la tabla, sin nada que perder y cargado de futuros jugadores de Primera. Además Osasuna, como institución y tras su clasificación para la final de Copa, vive un momento dulce y le sale todo bien. Pero el equipo grana no se podía permitir un nuevo tropiezo en un partido vital para el futuro. El empate entre el Castellón y El Barça B era un regalo que los de Mario Simón no podían desaprovechar.

El técnico manchego tocó pocas cosas del once titular del equipo que perdió la pasada semana ante el Baleares. Solo reemplazó a Arnau Solá por Alberto López en el lateral izquierdo y dio entrada a Arnau Ortiz por detrás del delantero, un futbolista clave en las últimas goleadas del equipo grana y al que el que sus compañeros echaron de menos en el tramo inicial del duelo ante el equipo mallorquín.

Pero el Real Murcia tardó un cuarto de hora en hacerse con las riendas del encuentro. El equipo grana saltó al césped del campo principal de Tajonar con una marcha menos que un rival que al minuto de juego pidió una mano de Alberto González dentro del área murciana. El filial navarro mordía, presionaba la salida de balón de los centrales granas y no dejaba respirar a un Murcia gripado. Solo Arnau Ortiz y Dani Vega consiguieron armar un acercamiento que acabó en un saque de esquina infructuoso.

Pero poco a poco fue manejando el balón y también el partido. El Murcia comenzaba a trotar al ritmo de Julio Gracia, más entonado que semanas atrás. Hasta que llegó un buen control de Dani Romera en la frontal del área que acabó con falta de Huarte y lesión del delantero grana. Eso fue la mala noticia, la buena que Pedro Léon, con un disparo certero pegado a la base del palo hizo el 0-1 y su decimocuarto gol. Un subidón de adrenalina para un equipo que necesitaba ganar para agarrarse con más fuerza al 'playoff'.

Osasuna B fue a por el empate, pero el Murcia seguía mandando en el partido. El único problema era que, con poco, el filial navarro llegaba a la meta de Serna. Iñigo Piña se mostraba igual de firma que siempre, pero muchas de sus compañeros atrás no eran lo suficientemente contundentes. Tampoco salió muy despierto Toril, que tardó en entrar en juego e incomodar a los centrales del cuadro rojillo. Además, el filial navarro, que en la ida destrozó a los granas (1-4) a base de jugadas a balón parado, también creaba inquietud colgando balones al área murciana.

Un robo de Julio Gracia cuando Osasuna B salía de su área y que no pudo rematar Toril fue la mejor ocasión grana en la recta final de una primera parte en la que al Murcia le faltó verticalidad y las ideas más claras en ataque para hacer daño a la joven defensa local. También le faltó agresividad atrás para frenar embestidas como la que propició un remate de Eneko que tuvo que detener Serna en dos tiempos. O el remate de Herrando de cabeza y a bocajarro que supuso el empate a uno.

Unidos a los cuatro tantos de la primera vuelta, el de Tajonar fue el quinto gol que el filial navarro anota a balón parado frente a los granas esta campaña. Lástima que Arnau Ortiz estrellara un balón en la base del palo en la jugada posterior, una ocasión mayúscula que pudo haber cerrado la herida de inmediato. El agrio final de la parte dejó otra mala noticia ya que Dani Vega también tuvo que dejar el partido lesionado. Simón dio entrada a Alfon y desplazó a Ortiz a la mediapunta pero mantuvo el 4-2-3-1 inicial.

El Murcia hizo, en el arranque de la segunda parte, lo que debió hacer en buena parte de la primera. Fue intenso y creó una triple ocasión de gol que no entró en la meta de Yoel de forma incomprensible. Pero al menos sometió al equipo navarro y recuperaba el balón nada más perderlo. Y también generó ocasiones como la primera del segundo acto y un disparo de Arnau Ortiz que se fue rozando el palo.

El equipo grana había generado tres ocasiones claras de gol, aunque ninguna de ellas tan clara como las dos que llegaron después. La primera fue de Arnau Ortiz, que estrelló un balón en la madera producto de una paciente triangulación entre Pedro León, Julio Gracia y el atacante cedido por el Girona. La de un minuto más tarde, un disparo de falta por Pedro León que se estrelló en el larguero, también pudo significar el 1-2, aunque finalmente solo fue la antesala de un giro de guion inesperado.

Con el equipo grana totalmente enchufado llegó una jugada dudosa en el área grana, una patada de Alberto López a Yoldi que el colegiado entendió como penalti. La pena máxima la transformó Barbero, que engañó a Serna. Lo mejor es que el Murcia no se fue a la lona por el gol recibido y siguió insistiendo hasta que Toril, con un perfecto cabezazo, aprovechó un centro lateral de Javi Rueda para hacer el empate a dos.

El Real Murcia, tras lograr el empate, intentó controlar el choque, llevarlo de nuevo a su terrerno. De hecho, minimizó las llegadas de su rival, aunque no consiguió anestesiarlo del todo. Mientras que los granas se acercaron al gol con un disparo lejano de Alfon, el Osasuna Promesas también tuvo sus oportunidades, una de Jony y otro remate de Kaku que detuvo acertadamente Serna. De hecho, los cambios sentaron mejor a los locales, que buscaron con ahínco la victoria a la vez que atacaron en corto a los granas. Ni Loren Burón, que entró en el tramo final, consiguió agitar un duelo que se moría poco a poco. Un partido que pudo decantarse al final para el filial navarro, primero con un disparo potente de Multiva que atajó Serna y más tarde con un disparo cruzado de Sergio Moreno que se fue rozando el palo y puso el broche a un duelo que deja un sabor agridulce a un Murcia que perdió una nueva oportunidad de agarrarse con más fuerza al 'playoff'.