Pilar de la Horadada acogerá a unos 50 niños que no pueden ser escolarizados en Orihuela Costa por falta de espacio

Unos 50 niños de entre 3º y 5º de Primaria. Ese es el cálculo aproximado que la Conselleria de Educación estima que, a bote pronto, tendrá que asumir Pilar de la Horadada ante la falta de espacio en los dos colegios de Orihuela Costa (Los Dolses y Playas de Orihuela). Según informan fuentes municipales del Consistorio pilareño a este periódico, así se lo han trasladado al equipo de gobierno del alcalde, José María Pérez (PP), desde la administración autonómica. El centro escogido para acogerlos es el CEIP María Moliner y será algo transitorio. Solo en tanto Educación no disponga de las aulas prefabricadas que ayer empezó a montar sobre la parcela que el Ayuntamiento de Orihuela está adecuando en la calle Níspero, junto a la carretera de Villamartín.

Desde el Consistorio pilareño expresan toda su comprensión y predisposición a ayudar y se muestran «encantados» de acoger de forma provisional a todos esos alumnos que hoy, tantos días después del inicio de curso, continúan sin escolarizar. También a aquel alumnado sobrevenido que pueda llegar de aquí a que se abra el tercer colegio de Orihuela Costa, el número 20 del municipio.

La solución de trasladar a los pequeños a otros municipios o poblaciones cercanas era una opción que ya se había planteado en varias ocasiones desde el profesorado y la dirección de los centros. Hasta el momento, el motivo para rechazar esa suerte de apaño era que la normativa autonómica establece unos límites en los que los niños pueden permanecer dentro de un bus escolar y que ese tiempo se superaba con creces.

Así, y como posibles opciones, profesores y padres pedían poder escolarizar a los alumnos en pedanías del término municipal como Torremendo (la más cercana a Orihuela Costa) o incluso Arneva y Hurchillo, bastante más lejanas. Respecto a los términos municipales que lindan con la costa, Torrevieja, que padece exactamente el mismo problema de falta de espacio que sufren los dos colegios de la costa oriolana, no era una opción viable. De este modo, Pilar de la Horadada se planteaba como una opción algo más plausible. Más si se trata de algo temporal.

La puesta en funcionamiento del nuevo colegio de Orihuela Costa se espera, en estos momentos, para enero de 2025. Los colegios de Los Dolses y el Playas de Orihuela, por su parte, esperan que el montaje de los barracones termine, a ser posible, en diciembre para poder llevar a cabo el traslado con cierto margen de tiempo. En este sentido, los docentes consultados aprueban que se abra la mano al traslado a Pilar de la Horadada ante la crisis de hacinamiento que viven en sus aulas.

Este mismo martes, el Ayuntamiento de Orihuela daba, a través de sus redes sociales, parte de la situación actual de las obras de adecuación de la parcela municipal de la calle Níspero, que ejecuta la empresa contratada por el propio Consistorio, Domingo Serna. Unos trabajos imprescindibles para que los operarios de la otra mercantil llamada por la Generalitat, Alquileres Barceló Sáez, monte los barracones que acogerán buena parte del alumnado que llega fuera del periodo de matriculación. Unas tareas, describe el Ayuntamiento en sus redes, que avanzan «a buen ritmo».

En aquel mismo lugar del litoral oriolano, junto a la carretera de Villamartín, estuvieron durante largos años en barracones los niños del colegio Playas de Orihuela. En este centro, continúa mientras la campaña de protestas de profesores y familias con el fin de presionar para la construcción de un tercer colegio para la costa en ladrillo. El equipo de gobierno anunció en un pleno extraordinario convocado por la oposición que ese colegio definitivo se instalará en la urbanización La Cuerda, en la calle Limonero. Terrenos que, cuando tengan el visto bueno previo, serán cedidos a Valencia.

El nuevo colegio número 20 está llamado a descongestionar los otros dos centros de la costa oriolana. Los Dolses lleva ya varios cursos denunciando que parte de su alumnado está en barracones y que el resto está dando clases en reconvertidas aulas de profesores, pasillos o bibliotecas. Una dependencia esta última a la que el colegio Playas de Orihuela ha tenido que renunciar este curso para sacar un aula extra en la que atender la avalancha de escolares. Las ratios, mientras, se disparan en detrimento de la multitud de alumnos que llegan a Orihuela Costa, muchos de ellos con necesidades especiales y/o desconocimiento del idioma.

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