Los retrasos en los juzgados de lo Social y lo Penal se duplicaron en la última década

La lentitud es uno de los principales lastres de la Justicia murciana y, además, va a más. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) hizo públicos ayer, por primera vez, los datos sobre los tiempos estimados de respuesta en cada órgano y nuevamente los números no son nada halagüeños para la Región.

Los retrasos en los juzgados de lo Penal y lo Social se han duplicado en la última década y ya sitúan a los órganos murcianos entre los más colapsados del país. En el caso de los órganos de lo Social, de acuerdo a los datos que maneja el Poder Judicial, los murcianos deben esperar una media de 11,2 meses para recibir una respuesta a su caso. La cifra estuvo cerca de triplicarse en los últimos diez años, dado que en 2008 la espera rondaba los 4,7 meses. Actualmente esos 11,2 meses suponen el tercer tiempo medio más prolongado del país.

La paciencia de la que deben armarse los ciudadanos depende, en buena parte, del tipo de asunto que los lleve ante estos órganos. Los despidos se suelen despachar en 5,6 meses, pero otro tipo de procedimientos tienden a eternizarse más en los despachos. Es el caso de las reclamaciones de cantidad, que se hacen esperar 15,6 meses, o de los conflictos colectivos, que se prolongan de media algo más de diez meses.

En los órganos de lo Penal, la situación tampoco es mucho más esperanzadora. Si en 2008 los murcianos aguardaban 5,2 meses para poder leer su primera sentencia en esta jurisdicción, el pasado año -último ejercicio que contabiliza el CGPJ- la espera es ya de 10,8 meses, más del doble. Esta cifra sitúa a los juzgados murcianos como los quintos más lentos del panorama nacional, solo por detrás de Castilla y León, la Comunidad Valenciana, La Rioja y Madrid.

La estadística del CGPJ pone de relieve que los asuntos de violencia contra la mujer se tramitan de forma mucho más acelerada que el resto. Los procedimientos abreviados, en este caso, se suelen resolver en unos tres meses. El resto supera el año.

Estos datos, que el CGPJ hizo públicos para cumplir con el compromiso adquirido con Transparencia Internacional España, ponen de relieve que los juzgados de Primera Instancia y Primera Instancia e Instrucción de la Comunidad ya se perfilan como aquellos del país que más tardan en ofrecer una contestación al ciudadano en los asuntos civiles. Los diez meses de media que debe aguardar un murciano para obtener esa primera respuesta son muy superiores a los 8,2 meses que esperan los vecinos de Castilla y León, la región que ocupa el segundo escalafón en esta 'lista negra'; y están a años luz de los 3,9 meses que se emplean en Asturias o de los cuatro meses que se dilatan estos procedimientos en Navarra.

En la última década, además, lejos de mejorar, esta cifra ha ido aumentando. De acuerdo a los datos que maneja el Poder Judicial, en 2008 los murcianos aguardaban de media 8,1 meses para obtener una primera sentencia en lo Civil, casi dos meses menos que ahora.

La tardanza también varía notablemente en función del tipo de procedimiento. El juez dará salida a una separación consensuada en un plazo medio de tres meses, pero si el matrimonio afronta un divorcio sin acuerdo, la espera se alargará hasta once meses y medio. Las ejecuciones procedentes del Derecho de Familia se suelen ir más allá de los dos años y medio.

En materia penal, los juzgados de Instrucción y Primera Instancia e Instrucción murcianos se sitúan como los cuartos del país con mayor retraso. La demora media para dar respuesta a un caso es de 2,8 meses, cuatro más que hace una década.

La jurisdicción mercantil tampoco escapa a unos tiempos de respuesta muy por encima de la media. De acuerdo a la estadística que el Poder Judicial puso encima de la mesa, estos órganos tardan de media algo más de un año y medio en responder a las demandas de los ciudadanos y empresas. Son los terceros más lentos del país -solo superados por Andalucía y Madrid-. La espera, además, se disparó en la última década. Si en 2008 el tiempo medio de respuesta era de 8,4 meses, ahora se prolonga hasta los 18,2 meses. En esta materia, los principales retrasos se concentran en aquellas demandas por ejercicio de acciones relacionadas con la publicidad intelectual, en los concursos y en los procedimientos relacionados con la propiedad intelectual, entre otros.

Los juzgados de Menores, por ejemplo, sí que lograron aligerar sus tiempos en la última década. Si en 2008 los asuntos se despachaban en una media de siete meses, actualmente estos se hacen esperar 6,2 meses, una cifra similar a la de la media nacional. Los órganos de lo Contencioso-Administrativo también mejoraron los tiempos de respuesta en el periodo analizado por el Consejo. En 2008, los asuntos se dilataban 11,9 meses. Actualmente, la espera ha bajado a los diez meses.

El análisis de los tiempos de respuesta de los tribunales murcianos no puede desligarse de la baja ratio de jueces que arrastra la Región. Esta es una reivindicación histórica de la judicatura que, por el momento, apenas encuentra respuesta. El último informe anual del CGPJ reveló que Murcia cuenta con una tasa de 10,9 magistrados y jueces por cada 100.000 habitantes, la cuarta más baja del país. La media nacional está en 12,5. Los 146 jueces y magistrados de la Región se siguen quedando escasos, año tras año, para hacer frente a las elevadas tasas de litigiosidad que afrontan los tribunales murcianos. Así, la carga de trabajo en la Región es mayor que en otros puntos del país.