Ortuño celebra el gol de la victoria frente al Levante. LOF
Cartagena

Ortuño divisa la permanencia

Un golazo del ariete yeclano da un merecido triunfo en Valencia a un Efesé que fue mejor que el Levante y, pese al susto en la última jugada, se aleja un poco más de la zona descenso

Francisco J. Moya

Domingo, 28 de abril 2024, 22:16

Alfredo Ortuño hizo dos golazos este domingo en el Ciutat de Valencia, uno en cada parte. El primero no subió al marcador por una discutida intervención del VAR. Pero el segundo sí. Y sirvió para dar tres puntos de oro al Efesé en su campo ... talismán. Tres visitas en este siglo XXI y tres victorias. No salió líder el Cartagena del estadio del Levante como la temporada pasada, cuando se impuso también por la mínima con un tanto del albanés Sadiku. Pero aquello era la jornada 6 y esta es la 37. Y la celebración de ayer fue por todo lo alto. Mucho menos contenida que la última vez. Y es que lo que hizo ayer el Efesé fue amarrar media salvación.

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Levante

Andrés Fernández; Andrés García (Cantero, 88), Dela, Maras, Álex Muñoz; Carlos Álvarez, Kochorashvili (Ibáñez, 73), Pablo Martínez, Sergio Lozano (Bouldini, 73); Fabricio (Dani Gómez, 46) y Brugué.

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Cartagena

Raúl Lizoain; Calero, Alcalá, Kiko Olivas (Gonzalo Verdú, 81), Fontán; Musto, Jairo (Mikel Rico, 68), Andy (Diego Moreno, 81), Alarcón, Luis Muñoz (Darío Poveda, 68); y Ortuño (Narváez, 68).

  • Gol: 0-1, Ortuño (minuto 64).

  • El árbitro: Cordero Vega (colegio catalán). Amarillas a Ortuño y Alarcón.

  • El estadio: Partido correspondiente a la jornada 37 de LaLiga Hypermotion, disputado en el Estadi Ciutat de Valencia ante 16.141 espectadores, 500 de ellos llegados desde Cartagena.

Acaba la jornada con cuatro puntos de margen con la zona de descenso. Solo quedan quince por disputarse y es evidente que el botín logrado en Valencia es fabuloso. No está terminado el trabajo. Claro que no. Pero pocos contaban con que los albinegros dieran la campanada en el feudo granota y llegaran al duelo directo frente al Alcorcón con menos apuros de los esperados. La situación no es límite. Y eso, antes de recibir el pasado lunes al Oviedo, era distinto. Nada se ha conseguido. Y eso hay que remarcarlo en un contexto como el actual, en el que todos los equipos que están luchando por la permanencia aprietan de lo lindo y sacan puntos de manera inesperada. Amorebieta y Villarreal B lo han demostrado este fin de semana.

El Cartagena fue mejor que el Levante. Repitió equipo Calero y vimos la mejor versión del Efesé. Fue el conjunto visitante rocoso y sólido atrás y además tuvo más la pelota que en partidos anteriores y generó ocasiones para haber tenido un final de encuentro bastante plácido. Pero no acertó a rematar a un Levante muy tocado y en la última jugada casi se le va el partido. Vaya susto.

El tanto anulado a Ortuño en el primer tiempo fue bastante dudoso, ya que la imagen y las líneas del VAR no aclaran el fuera de juego

Raúl Lizoain falló en la salida y Bouldini, tras varios rechaces, marcó. Celebraron los locales el empate, pero Quintero González avisó a Cordero Vega de una mano previa de Álex Muñoz. Era clara. Y el tanto quedó anulado, más allá de la catarata de protestas de los futbolistas granotas y de que Felipe Miñambres mostrara su desacuerdo en la sala de prensa. Álex Muñoz domó la bola con el brazo claramente y la dejó muerta, para que Bouldini embocara, con Raúl Lizoain fuera del arco tras una mala salida. El VAR hizo justicia. Esta vez sí.

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Rápida anulación

Mucho menos clara fue la jugada del gol anulado a Ortuño. 15 segundos tardaron en el VAR en revisar la posición del ariete yeclano, quien pareció estar habilitado cuando Musto envió el balón en largo, sorprendiendo a los centrales locales. Definió de maravilla Ortuño, pero las líneas trazadas en la Sala VOR a toda prisa le dejaron con la miel en los labios. Contrastó esta rapidez con la tardanza que después hubo para dar por bueno el tanto de Ortuño en el segundo tiempo. Su posición era legal, pero en Las Rozas tardaron un mundo en comprobarlo.

El caso es que el Cartagena fue mejor en un primer tiempo en el que solo Brugué generó cierta sensación de peligro en un Levante muy plano. Una dejada suya provocó que Sergio Lozano lo intentara desde lejos en el minuto 8. Su derechazo se fue por poco. Respondió Andy con un zurdazo que se fue por encima del travesaño. Tenía la situación controlada el Efesé, pero le faltaba algo de criterio en los metros finales. No conectaba Luis Muñoz con sus compañeros y Jairo hacía la guerra por su cuenta y no podía nunca con Álex Muñoz.

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Alarcón y Diego Moreno perdonaron a la contra y en la última jugada marcó Bouldini, tras una mano previa de Álex Muñoz

El paso por los vestuarios no varió el panorama. El Cartagena estaba más cómodo, con el triángulo formado por Alcalá, Kiko Olivas y Musto dando mucha confianza a sus compañeros. La red de seguridad tejida por Calero es clave. Los futbolistas disfrutan en la agonía, son felices defendiendo y tienen claro lo que hay que hacer en todas las fases del juego. Así, un robo de Andy sirivió para que Luis Muñoz se fuera solo hacia al área granota.

No quiso avanzar el malagueño hasta encontrarse con Andrés Fernández y chutó, posiblemente antes de tiempo. Su lanzamiento fue repelido por el meta murciano con una estirada para la foto. Y en el contragolpe pudo marcar Brugué. Bajó con clase un balón que venía con nieve y su zurdazo rozó el poste derecho de la portería albinegra.

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Acción sobresaliente

Pronto llegó la acción de la tarde. Ortuño se fue dos defensas en un palmo de terreno, en el centro del campo y tras recoger un balón que parecía que se iba a saque de banda. Cedió a Alarcón y este abrió más a Iván Calero. El hijo del míster, que estuvo inconmensurable, sacó un centro delicioso al segundo palo y Ortuño, que había acompañado la acción desde el primer momento con el hambre de los buenos goleadores, remató su obra con un testarazo picado de manual. Golazo. De los que se recordarán toda la vida. Por el cómo, por el dónde y por lo que significa.

Calero acabó con un 5-4-1 que le dio todavía más fortaleza a los visitantes, dominadores de la situación hasta el final

Pablo Martínez se acercó al empate con un disparo que no encontró portería. Calero agotó los cinco cambios y pasó a un 5-4-1 que le dio todavía más fortaleza a los visitantes. Porque el equipo de Felipe Miñambres no encontró la manera de crear ocasiones y el Cartagena, cada vez más seguro, contragolpeó con mucho peligro en los últimos minutos. El segundo estuvo en las botas de Narváez. Y de Calero. Y de Diego Moreno. Y de Alarcón, que la tuvo muy clara en un mano a mano con Andrés Fernández.

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No hizo el 0-2 el equipo de Calero y casi lo paga. El último córner estuvo tan mal defendido como el de la primera vuelta en Tenerife, que costó dos puntos. Pero la dinámica ha cambiado. Y de qué manera. Esa mano de Álex Muñoz fue salvadora. Y el Cartagena se alejó un poco más del peligro.

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