El Cartagena manda un SOS en la jornada 13

Definitivamente se agotan los calificativos para este Cartagena instalado en la apatía. Los albinegros venían de perpetrar una imagen terrorífica en Miranda de Ebro (con veinticinco minutos especialmente lamentables) y de ser muy inferiores a un equipo de quinta categoría al que se ganó sobre la bocina y dando las gracias. A estas alturas tan avanzadas de la película hay quienes se agarraron a una gota de esperanza con el pase de ronda en Beasain. Nada más lejos de la realidad del club en general, que vive sus peores momentos institucionales, económicos y deportivos en años. Los pocos creyentes en la grada no tardaron en percibir que algo grave está pasando.

El vaso de la paciencia en el cartagenerismo está más que rebosado. Ya no son cien, doscientos ni mil. Este sábado los 6.862 espectadores explotaron como hacía años que no se recordaba, como era de esperar por el feo rumbo que está tomando el equipo. Mientras los muchachos de Jandro Castro se esforzaron en generar peligro, acorralados en un 5-4-1 que no dio garantías al desaguisado defensivo, llegaron los gritos contra la directiva. Y en el descanso, también contra los jugadores con una pañolada. Por el camino hubo gente que hasta abandonó el estadio, cabeza agachada.

El partido de este sábado ya era más que una final para los intereses albinegros. Era sacar un pie del fango, ganar a un rival directo y empezar el mes de noviembre (con tres partidos en casa) con buena cara. Pero un primer tiempo más anticompetitivo que el de hace siete días en Anduva hizo saltar todo por los aires. Y a las primeras de cambio. La defensa mantuvo las grietas de siempre con el futbolista de siempre (Kiko Olivas) en la lupa. En el minuto 10 Yeremay remató sin oposición y en el 25, en la enésima jugada de estrategia sin respuesta, Ximo Navarro cabeceó completamente solo en el área pequeña.

De poco le está sirviendo a Jandro Castro la maraña defensiva. No importan los hombres ni la cantidad de piernas atrás. La sensación es que al Cartagena le hacen daño con un soplido, sea el Beasain o este Deportivo que llegaba en serios apuros, en puestos de descenso y con un entrenador interino tras el cese de Idiakez. En una categoría tan pareja como la Segunda División, la gravedad es que el Efesé anda lejos de competir en igualdad de condiciones a la del resto de clubes.

Los albinegros son colistas con diferencia y esta jornada la salvación ya pasa a dos partidos de distancia. Son diez derrotas en trece fechas, 7 puntos de 39 posibles. Una hemorragia que no cesa y que ni siquiera Pablo Cuñat, con tres paradas salvadoras para evitar un mayor sonrojo, pudo contener en medio del caos. La pesadilla de la primera parte fue a más en la segunda. A la tercera la enchufó Barbero en una carrera al espacio de Mella. Solo entonces, en el 48 y con el estadio semivacío, el Cartagena sacó orgullo y durante quince minutos dio la talla.

Entraron Hugo González, Ortuño, Pocho Román y Escriche en un dibujo en 4-4-2 que al menos sirvió para ver más aproximaciones al área. Barcia en propia puerta recortó distancias en una buena jugada del argentino, y luego el yeclano y el de Burriana tuvieron un par de ocasiones para poner el 2-3. Un espejismo con fecha de caducidad, que al menos sirvió para ver algunos aplausos en la grada. Unos minutos de rayos de luz que pronto dejaron paso a más nubarrones. La tormenta y el castigo no cesó ahí para el Cartagena. Cuñat pospuso la 'manita' del Deportivo un tiempo más. Algo ya irremediable en el 87 y en el 88, cuando Cristian Herrera y Yeremay redondearon la tarde negra del Cartagena, al contragolpe y con el equipo completamente partido.

Solo algunos jugadores se quedaron en el centro del campo al final del encuentro a aguantar el chaparrón. Pidieron disculpas y asumieron su responsabilidad. Otros, como Pablo Cuñat, abandonaron el terreno de juego con un mosqueo terrible. Un SOS y aviso a navegantes con una goleada abultada que hace muchísimo daño. Para colmo, el futbolista más en forma de la plantilla, Luis Muñoz, se rompió antes del descanso y lo normal es que cause baja durante varias jornadas.