Dos realidades se citan en el mejor derbi

Cualquier analista o experto en apuestas deportivas diría que el Real Murcia-Cartagena de esta tarde es un dos claro en la quiniela. Que el Real Murcia, sobre el papel, apenas tiene posibilidades de ganar a su vecino vistos los números de uno y otro en este tramo inicial de Liga. Cualquier programa informático dedicado a predecir resultados, tirando de lógica matemática, afirmaría lo mismo: los de Munúa se llevan los puntos del Enrique Roca casi con total probabilidad.

Como el fútbol es un juego inacotable y las máquinas son incapaces de medir y cuantificar las sensaciones, emociones y estados de ánimo de los que tienen que meter la pelota en la portería contraria, quizás el derbi de esta tarde esté más igualado de lo que parece, a priori. El Cartagena llega al duelo en modo avasallador, dominando a su antojo el grupo IV con una fiereza que le hace parecer muy superior a todos los demás, incluidos los de Adrián Hernández. El Efesé, a 8 de diciembre, transmite una seguridad en sí mismo y en sus posibilidades que le harían ascender de inmediato a Segunda si la Liga se acabara hoy.

Pero el cuadro cartagenero también sabe que no lo tiene hecho, que esto puede cambiar mucho de aquí a finales de mayo y que equipos como el Murcia, inferiores técnicamente pero con hambre, le pueden hacer pasar una mala tarde.

El Cartagena de Munúa se va a encontrar hoy con un Murcia cargado de energía positiva tras la victoria en la final de la Copa Federación del pasado jueves. Adrián Hernández, medio psicólogo-medio entrenador, intentará sacarle un gran rédito anímico a esa victoria. Un Murcia que tiene lagunas y agujeros en todas sus líneas, pero que está aprendiendo a suplir sus carencias con ambición y el desparpajo de sus jóvenes.

Si el Cartagena es un escuadrón de futbolistas veteranos que saben a la perfección cómo cumplir la misión de llevar al cuadro albinegro a Segunda, el Murcia es un grupo de chavales recién llegados, guiados por un técnico motivador y tres o cuatro veteranos implicados, que a veces comete fallos de principiante y otras deja destellos de calidad.

El ejército de Adrián es capaz de alternar una jugada genial con un error de bulto, y hoy tendrá una prueba de fuego para saber cómo reacciona a un rival de envergadura y un ambiente de otra categoría. El Cartagena, que ha rentabilizado al máximo sus 17 goles marcados y los solo 6 encajados, es el peor rival posible para hacerle concesiones tanto en defensa como en ataque.

El de esta tarde es un duelo que dará dolor de cabeza al que lo pierda y energía para tirar hacia adelante al que lo gane. Es el derbi más importante por toda la carga deportiva y social que arrastran las dos principales ciudades de la Región. El Cartagena ha construido en las últimas temporadas un buen armazón para llegar al fútbol profesional mientras que su rival acaba de salir de la UCI tras años de nefasta gestión de los antecesores de Tornel y su grupo.

Es dífícil encontrar un antecedente en el que entre el Murcia y el Efesé llegaran a un derbi tan separados en la clasificación de Segunda B con tan pocas jornadas disputadas. El equipo de Munúa dobla a los granas en puntos, pero hoy todo puede pasar: que el Cartagena gane y mande a los granas más abajo, o que los de Adrián se lleven tres puntos de oro que le harían aumentar su autoestima para mirar hacia la zona alta.

Fucile y Elady son los nombres propios en el Cartagena. El primero podría dejar su puesto a Álex Martín, cedido por el Leganés, mientras que el segundo no será titular y podría tener minutos en la segunda mitad. En el cuadro grana, Adrián Hernández tirará de futbolistas veteranos como Antonio López y Chumbi, que no estuvieron en la final del jueves. Falta por saber si Marcellán, clave bajo los palos, le quita el sitio a un irregular Lejárraga, y si Víctor Meseguer, el jugador con más calidad del Murcia, tiene sitio en el centro del campo grana o se lo deja a Josema, que reapareció el pasado jueves y que aún no es el Josema de antes.