El Cebé hace historia y asciende a LEB Oro

Histórico. Heroico. Épico. Extraordinario. Estratosférico. Uno no es mucho de deshacerse en adjetivos calificativos en este mundo del deporte, tan plagado de ellos y muchas veces tan corto en mesura, pero el Odilo FC Cartagena Cebé merece todos y cada uno de ellos. La increíble hazaña lograda este sábado por los de Jordi Juste es de esas que se recordarán durante años en el deporte de la ciudad. Cuando los cien aficionados al baloncesto que estuvieron este sábado en el Pabellón Ángel Nieto de Zamora hablen del 20 de abril de 2024 dentro de unos años, recordarán este día con una extraordinaria sonrisa de oreja a oreja. Y no será para menos.

Cartagena es una ciudad poco acostumbrada a lo positivo. Su equipo de fútbol jamás ha estado en Primera División, al fútbol sala, arraigado como en pocos sitios, le ha costado una eternidad celebrar un título y el baloncesto contaba sus mejores días hace tres décadas. Todo parecía demasiado lejano. Hasta este sábado 20 de abril de 2024.

Porque el reto parecía casi imposible. El Cebé tenía que remontar una diferencia de nueve puntos contra el Zamora Enamora, un equipo que asfixió a los de Jordi Juste en el encuentro de ida y que llegaron a ir ganando por 18 puntos en el tercer cuarto. Los zamoranos llevaban quince partidos sin ni tan siquiera ir por detrás en el marcador y su mastodóntico proyecto apenas acumulaba dos derrotas durante toda la temporada. Hasta este sábado 20 de abril de 2024.

Y la remontada tuvo aún más mérito por cómo arrancó el encuentro en un Pabellón Ángel Nieto en el que no cabía ni un alfiler y al que cien valientes albinegros habían llegado desde Cartagena. Empezaron los locales como un tiro. Los ataques volaban de un lado al otro de la cancha y, en este intercambio de golpes, los zamoranos acertaban mucho más que los cartageneristas. De hecho, un 15-8 inicial obligó al entrenador catalán a parar el partido. Funcionó de maravilla ese parón y provocó que los albinegros reaccionaran y, con un buen parcial, llegaran al final del primer cuarto con 17-16.

A partir de ese momento, los planes del técnico catalán empezaron a funcionar. Se pusieron por delante por primera vez en el partido (17-19) nada más arrancar el segundo cuarto y, poco a poco, hicieron una brecha en la defensa del Zamora Enamora como nunca antes en la temporada. Tres minutos absolutamente imperiales de los cartageneristas pusieron la eliminatoria en un puño (19-27), que se pusieron incluso por delante. Finalmente, al descanso se llegó con la todo igualado (34-43).

El Cebé arrancó el segundo tiempo con un triple que les daba aún más ventaja, pero varias malas defensas provocaron un parcial de 7-0 que volvía a colocar por delante a los de Saulo Hernández. Un triple increíble de Buckingham alejaba la eliminatoria una vez más, pero la tenacidad del Cebé hizo que se llegara al final del tercer cuarto con una diferencia de solamente cinco puntos al final del tercer cuarto.

Lo que pasó a partir de ese momento fue, simplemente, perfecto para el Cebé. Primero, un desesperado Paukstè se fue a la calle a falta de 5.39 para el final. Y, después, la diferencia llegó a irse a 15 puntos de diferencia. No obstante, el partido tenía otro giro. El Zamora anotó dos canastas seguidas para quedarse, a 1.06 para el final, a un punto de diferencia en la eliminatoria (76-86).

Le llegó entonces el balón a Kody, quien no había anotado un triple en toda la eliminatoria y se jugó una canasta desde la línea de 6,75. Por esas cosas que tiene el deporte que nadie entiende, el pívot sumó unos puntos que iban a ser decisivos, poniendo a su equipo 13 arriba a falta de menos de 45 segundos. A partir de ahí, fue solo cuestión de defender a las mil maravillas. Pasó lo imposible y el Cebé ascendió.

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