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El tremendo impacto que ha tenido en los últimos meses en el mundo del tenis la irrupción del murciano Carlos Alcaraz solo es comparable al de Kylian Mbappé en el fútbol, Tadej Pogacar en el ciclismo o Caeleb Dressel en la natación. Aunque lógicamente ... todas las comparaciones se hacen con Rafa Nadal, lo cierto es que el chico de El Palmar es uno de esos prodigiosos deportistas que solo emergen muy de vez en cuando. El milagro es que en España hayan nacido dos tenistas tan gigantescos separados solamente por 17 años. Heredero. Elegido. Maestro. Genio. Animal. Salvaje. Tiburón. Son términos que se van usando ya en todos los rincones del planeta para referirse a un Carlos Alcaraz que quema etapas a la velocidad de la luz. Solo tiene 18 años, pero es imposible ponerle puertas al campo.
Este murciano es un marciano. Un ejemplo de ello: en la primera gran final de su vida y tras un primer set durísimo en el que siempre fue a remolque de un gran Casper Ruud (perdía 0-3 y 1-4), el pupilo de Juan Carlos Ferrero se vio 4-5 abajo y 30-30. Problemas serios, por tanto. Salió del apuro con un derechazo, una subida a la red antológica y un saque directo digno del mejor Roger Federer.
Hay más. Con 5-5, en vez de relajarse, apretó los dientes y le rompió el servicio al noruego con un juego sideral. Su 'salvada' en el 0-15 de este undécimo juego es de las que se repetirán constantemente en los próximos días en televisiones, redes sociales y demás plataformas. Cerró Alcaraz ese primer set en una nueva muestra de que es un tenista de 18 años que juega como uno de 35. Cuando se atrancó con dos bolas sencillas, fue a por la toalla, se secó el sudor y se serenó. Pensó un instante en lo que iba a hacer y lo hizo. Sin inmutarse. Dos ganadores más y primer parcial ganado (7-5).
No fue capaz de digerir Ruud lo que había sucedido. El noruego había hecho un principio de partido sublime, desactivando por completo a su oponente y logrando una buena ventaja (1-4). Sin embargo, después fue atropellado por ese vendaval que suele ser Alcaraz cuando entra en trance. Curiosamente, las dejadas del murciano, que suelen ser letales, fueron ayer defectuosas. Pero ni con esas pudo Ruud engancharse al partido. Alcaraz voló en el arranque del segundo set, rompió dos veces el saque del noruego y rápidamente se puso con un 3-0 arriba que parecía llevarnos a un desenlace de partido muy rápido.
Pero el noruego, con problemas físicos, tiró de oficio y metió en un pequeño lío al murciano. Se relajó Alcaraz, perdió su saque y luego cedió ante una sucesión de buenos saques de Ruud. 3-2 y partido parado para que el fisio tratara al noruego, aquejado de dolores en la espalda.
El conato de remontada del número 8 del mundo se quedó en nada. Alcaraz ganó su saque con dos 'aces' y dos primeros y mandó un mensaje claro a Ruud: quería ganar la final cuanto antes. La fortaleza mental del pupilo de Juan Carlos Ferrero, quien el sábado cogió un avión y este domingo estuvo junto a Alcaraz en el primer gran partido de su carrera tras enterrar a su padre hace unos días en Onteniente, hizo el resto. Es marca de la casa: los puntos más importantes son los que mejor juega el murciano.
Así, Alcaraz abrochó el triunfo gracias a su solidez en el saque (6-4) e inició un reinado que se extenderá en el tiempo. Todo el mundo coincide en que el murciano ganará muchas finales y, si su físico le respeta y tiene suerte con las lesiones en la próxima década, podrá ser número 1 del mundo en el futuro. Ya veremos lo que sucede, pero de momento Alcaraz ya es el único español que ha levantado el título en Miami. Una española, Arantxa Sánchez-Vicario, lo hizo dos veces. En la misma pista en la que Rafa Nadal se quedó hasta cinco veces a las puertas de la gloria, el tenista de El Palmar conquistó su primer Masters 1.000. Umag. Primer paso. Río de Janeiro. Segundo paso. Miami. Tercer paso. ¿Cuál será el cuarto?
Alcaraz, que se pone ya el 11 del mundo y está a solo 29 puntos del décimo, se convirtió en el campeón más joven en la historia del Masters 1.000 de Miami. Ya es el segundo mejor jugador del circuito en lo que va de 2022. A sus 18 años y 11 meses, el murciano acabó con la maldición del tenis español en este torneo, uno de los más prestigiosos del circuito después de los Grand Slam. Este triunfo le convierte en el campeón más precoz de las 37 ediciones del torneo, superando al serbio Novak Djokovic (19 años y 10 meses en 2007).
«He disfrutado cada segundo de estas dos semanas», dijo Alcaraz en el podio antes de agradecer el apoyo del numeroso y apasionado público español y latinoamericano en las gradas. «'I love Miami'», soltó. «Quiero dar las gracias a todo mi equipo, a mi familia... Estoy feliz de haber podido tener aquí a mi padre. Compartir con ellos este tipo de cosas es asombroso», añadió el joven jugador de El Palmar.
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«Si sigues así, estarás en la cima mucho tiempo. Estoy seguro de ello. Eres un gran chico, trabajador. Lograrás todo lo que te propongas. Te respeto un montón, tanto como persona como profesional», le dijo Ruud, muy deportivo en la derrota.
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