El exfutbolistas del Real Madrid Javier Artero, con su yate 'Dieciocho'; a la derecha, Toya Viudes, dispuesta a bucear en Cabo de Palos; abajo, el arquitecto Miguel Mesa del Castillo, al atardecer, en dirección a isla Grosa.
Verano | Calmas y quimeras

Esos rincones secretos para echar el ancla

Dónde le gusta fondear al arquitecto Miguel Mesa o cuál es la travesía favorita del abogado José Antonio Martínez Moya

Domingo, 11 de agosto 2024, 07:52

n amante de Conrad y Melville, como el arquitecto murciano Miguel Mesa del Castillo, no puede pasar mucho tiempo sin zarpar. La semana pasada estaba regateando en la Copa del Rey sobre aguas mallorquinas, pero es por la costa murciana donde ve abrirse el horizonte ... ante sus ojos. «Lo que más me gusta es navegar», afirma el investigador de Arquitectura y las Humanidades azules. «Últimamente enfilo a isla Grosa de sotavento. En esa roca volcánica hay mucho cormorán y gaviotas, pero también me gusta llegar a Islas Hormigas», cuenta su travesía favorita a bordo del 'Nostromo', como ha llamado al barco que tiene amarrado en el puerto de San Pedro del Pinatar. Es un homenaje a Conrad, pero también es el nombre de la nave espacial de 'Alien'. «Quiere decir segundo de a bordo en italiano», traduce de un idioma que le es familiar por los años que pasó en la UniversitàdegliStudi La Sapienza, de Roma.

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El cercano islote del Farallón es el destino favorito de Salvador García Ayllón, ex director general de Puertos, arquitecto, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y doctor en Urbanismo, de los poquísimos -si no el único- políticos con barco y ansia de navegar. Cuando recorre la línea de La Manga desde su barco 'Aysim', ve más allá que los demás, ya que hizo su tesis doctoral sobre la urbanización de esta lengua de arena. «Me gusta navegar entre las islas del Mar Menor. Es muy singular. No hay otros lugares con tantas islas tan juntas», explica.

Los recuerdos de infancia atraen siempre hasta isla Grosa al navegante Antonio Lorente, amante de los barcos clásicos y patrón del Saint Christophe. Antepone en sus preferencias Cala Cerrada, junto a Cabo Tiñoso, un recodo virgen de aguas cristalinas con apenas tres boyas para amarrar la goleta. Por la costa abrupta que sigue hacia el sur, elige el tramo conocido como Baño de Mujeres, junto a Calnegre. Cerca recomienda Cala Panizo, con unos promontorios que emergen del agua, como un imaginario paisaje lunar y marino.

«Cuando la gente se mata por atracar en Ibiza, en la Región hay sitios que son un paraíso solitario», revela el marino. La cala del Turco, por Cabo de Palos, la Isla de Lobos en Bolnuevo o el entorno del Descargador, junto al campo de golf de La Manga, son otros destinos idóneos para echar el ancla y grabar las sensaciones en la memoria.

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Para el presidente del club náutico Los Nietos, Antonio Maestre, «no hay mejor sitio que isla Grosa, aunque está muy limitado el fondeo». Si encuentra levante, aconseja doblar Cabo de Palos hacia Cala Flores.

De pesca por las calas

De paraísos entiende la periodista Toya Viudes. Hija de Adrián Ángel Viudes y sobrina nieta de Rosario de Velasco, sobre quien lleva a cabo un intenso trabajo de investigación y divulgación. Como resultado de su trabajo, la obra de De Velasco se expone hasta el 15 de septiembre en el Museo Thyssen de Madrid. La periodista murciana vivió en el Caribe colombiano y, al volver a la Región, decidió vivir en Cabo de Palos. «En el entorno de Calblanque hay muchos días que estamos solos», cuenta. Le gusta nadar en El Portús y pescar calamares en invierno por las calas.

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Hay una puesta de sol que Paco Pagán, jefe de los Servicios Jurídicos del Ayuntamiento de Cartagena y hermano mayor de los Marrajos, no cambiaría por nada. El sol cayendo como un disco de fuego sobre el Mar Menor es su última visión del día. «Si hay levante me voy a Martinique, y si hay lebeche, a la Ensenada del Esparto», cuenta de sus travesías a bordo del Maypa.

Sin móvil ni problemas

El abogado José Antonio Martínez Moya se deja «en tierra los problemas, y el móvil desconectado, porque la gente que navega tiene derecho a que nada le perturbe», reclama. Evita faltar a la cita cada sábado del año con su velero, 'El Baihra', nombre de un lago tunecino. «El Mar Menor tiene una navegación única, con muchas islas y accesible los 365 días del año», asegura el letrado.

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Confiesa su debilidad por «fondear a las faldas de Cabo de Palos, por la playa de Levante, para dejarse hipnotizar por la frecuencia de las luces del faro, o ver atardecer por la Escuela de Pieter».

Al timón del velero 'Bella Patria' navega el cirujano Damián García Olmo, jefe de Cirugía y Aparato Digestivo de la Fundación Jiménez Díaz. Desde que veraneaba en Los Alcázares de niño, soñaba con alcanzar otros horizontes con el impulso del viento. Suele llevar a su familia «a la Ensenada del Esparto, porque hay un buen resguardo del viento, aunque hay que conocerlo porque hay muchas rocas».

El exfutbolista del Real Madrid Javier Artero se pone al frente de su barco 'Dieciocho', el número que llevaba a la espalda en los estadios. «Haya buena o mala mar, estoy en la bahía de Águilas», cuenta el deportista, crecido en los veranos de Calabardina. Su lugar en el mar está «entre Cope y la isla Negra, en Terreros, aunque lo que nos cambia el día es el viento. Con buena mar, vamos al Fraile, ya que me encanta la playa Amarilla o la del Cigarro».

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Otro aguileño navegante es el periodista deportivo Pedro Morata. Elige sin dudar «la isla del Fraile, Calabardina y Cabo Cope o, si sigues hacia Cartagena con viento de poniente, Cala Blanca, una maravilla de agua turquesa».

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