Patrimonio de la Región de Murcia (Año 4)

Obras escogidas: Cabezo Malnombre, 'Volar' y 'El invernadero'

Una selección de piezas de arte y bienes patrimoniales para seguir descubriendo (y apreciando) la Región de Murcia

Sábado, 10 de agosto 2024, 00:12

  1. Paisaje

    Cabezo Malnombre

Nuestros antepasados observaban atentamente la naturaleza. Sólo así -conectados con el lugar donde vivían y en profunda armonía con el entorno- se entiende que fueran capaces de crear en este lugar un artilugio capaz de medir de manera precisa los ciclos solares. En la cima ... de una montaña -con vistas al mar de limoneros que es Santomera- horadaron la roca con huecos (denominados cazoletas) que se alienaban con la puesta de sol en el solsticio de invierno (el 21 de diciembre, día más corto del año) y el equinoccio, lo que sugiere una función ritual relacionada con los ciclos astrales y la fertilidad. Todo era sagrado. A día de hoy nos resulta imposible saber dónde está el norte o el sur. Ese recogimiento de nuestros ancestros es algo cada vez más difícil hoy día donde manda la rabiosa actualidad y estamos sometidos voluntariamente al artificio tecnológico. Hemos sustituido la realidad por el simulacro y no somos capaces de 'ver' entre tanto ruido. Ya lo escribió Lucas (19-40): 'Y si estos callaran, las piedras clamarían'.

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  • Qué: Yacimiento del III milenio a. C., en el Calcolítico

  • Dónde: Santomera

  1. Escultura Manuel Marín (1942-2007)

    Volar, 1965

Inmaculada Guarinos

El ciezano Manuel Marín debutó como torero a los 16 años. Llegó a lidiar con El Cordobés, Chicuelo Segundo o Pedrés Montero. Se cortó la coleta a los veinte y buscó suerte en Inglaterra. Allí le contrató como ayudante el escultor británico más importante del siglo XX, Henry Moore. Dos años después se trasladó a Nueva York, donde restauró obras de arte y abrió su propia galería (The American Indian Art Gallery). Fue amigo de Andy Warhol, Basquiat o De Kooning. Influenciado y atraído por las esculturas móviles de Calder, empezó a crear las suyas propias. Hizo su primera exposición en 1970 en la prestigiosa Alan Brown Gallery. Su obra y su vida son todavía muy desconocidas para el público murciano. El MURAM de Cartagena tuvo la acertada idea de adquirir una de sus piezas que puede verse en la terraza del museo y que sigue meciéndose con el viento, algo que no soportaba Dalí quien decía: lo mínimo que se le puede pedir a una escultura es que no se mueva.

  • Qué: Hierro y acero policromado

  • Dónde: Museo de Arte Moderno de Cartagena

  1. Pintura Huerto del Conde

    El invernadero

Pedro Sánchez Picazo fue director del Museo Salzillo de 1941 a 1949, pero es conocido como el pintor murciano de flores por excelencia. En sus 'perfumados' cuadros siempre es primavera. La precisión de sus pinturas permitiría a un botánico reconocer claramente las especies representadas. Esta pequeña pintura suya pertenecía al fotógrafo Juan Ballester. Un día, Ramón Gaya fue a visitarlo a su casa, observó los cuadros de las paredes, detuvo la mirada y -señalando con el dedo- dijo: «Ahí nací yo». Reconoció una vista del desaparecido Huerto del Conde. Allí nació en una fecha redonda: 10-10-10 (10 de octubre de 1910). Años después de esta visita, Juan Ballester y su mujer, Pilar Rosique, regalaron la pintura a Ramón y Cuca el día que se casaron. Y el nuevo matrimonio lo tuvo en la casa valenciana donde empezaron a vivir juntos, como recuerdo de esa ciudad que siempre estuvo en su memoria. En el año 1994 lo donaron al Museo Ramón Gaya, en otro gesto de su indiscutible generosidad.

  • Qué: Óleo sobre lienzo. S/F. Pedro Sánchez Picazo

  • Dónde: Museo Ramón Gaya de Murcia

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