Fotos: Huma: José Amorós Martínez y Alberto Amorós Martínez
Arquitectura y paisaje

A millas de su hogar, pero como en casa

LA VERDAD

Viernes, 16 de agosto 2024, 07:34

Este edificio multiusos para la marina internacional Yacht Port del puerto de Cartagena da servicio a más de 3.000 navegantes que llegan por mar hasta la ciudad venidos de más de 60 países. Pensado como un espacio donde poder mirar el mar, alberga en ... su interior vestuarios, aseos, una lavandería y una sala común de interrelación, con el propósito de recuperar lo amigable hallado en el hogar, desde lo más básico de su función: el aseo personal. Así este espacio público queda domesticado en la calidez de su intimidad, en lo acogedor del acto de reconocerse en lo cotidiano; donde lavarse los dientes, peinarse, ducharse con agua caliente, afeitarse o lavar la ropa se convierte en el ritual que nos conecta a nuestra esencia; allí donde el usuario, alejado miles de millas de su hogar, se siente como en casa.

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Ficha técnica

  • Arquitectos Huma: José Amorós Martínez y Alberto Amorós Martínez

  • Proyecto Edificación para lavandería, vestuarios y aseos

  • Ubicación Cartagena

  • Fecha 2020

Este pequeño edificio de vestuarios rodeado de grandes y solemnes edificios permanece en lo bello de lo diminuto, como una barca rodeada de grandes barcos en medio de la solemnidad del océano. El volumen se percibe unitario, en su interior con sus paredes forradas de cabos náuticos reciclados y en su exterior con sus listones de resina natural desde donde se crea esa sombra en movimiento que protege a los navegantes en su interior que nunca dejan atrás el mar, aun en tierra firme, convertido siempre en fiel amigo.

Entre estas paredes se cuentan las historias acontecidas tiempo atrás mar adentro, en un mar traído a tierra desde este edificio que homenajea a todas estas arquitecturas que algún día se acercaron al mar para servir al hombre: baños, vestuarios, balnearios, que tanto ayudaron al hombre a convivir en este medio. Rendidos a su función silenciosa cumplida, desde lo anónimo de su presencia, hoy sabemos que esta arquitectura nunca naufragó, siempre estuvo anclada a otras, en la línea del tiempo, en su continuo revivirse, desde esa mar de la alegría tan llena de vida. Como ya dijo Carmen Conde:

«…Es un mar para jóvenes intactos

y es un mar para seres que ya saben

lo que el mar lleva en sí, desde la tierra…»

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