Pedro Saura (Torre Pacheco, 1962), casado y padre de gemelos. Exsecretario general de los socialistas murcianos (2004-2012), fue diputado en el Congreso entre 2004- ... 2007 y entre 2011-2018. Azote del ministro de Hacienda Cristóbal Montoro durante el Gobierno de Rajoy, ya con Pedro Sánchez fue secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda. Actualmente es presidente de Paradores de Turismo de España. Conoce bien las canciones de Revólver. Tiene fama de trabajador incansable y este verano ha cambiado de sombrilla de playa. La entrevista es en el Parador de Lorca, claro. Viste vaqueros, deportivas y camisa azul de lino de manga larga. Un día espera volver a sus clases de Economía en la UMU.
-¿Desde siempre qué?
-Creo que ya de niño, viviendo en Torre Pacheco en el seno de una familia humilde y trabajadora, empecé a fijarme en las desigualdades y en las injusticias y a hacerme preguntas.
-¿Qué aprendió en casa?
-Lo fundamental: la dignidad del ser humano es innegociable. Y también aprendí a ser austero y moderado en todo. Lo aprendí y así sigo siendo.
-¿Listo?
-Muy trabajador, también desde muy pronto. Sabía que tenía que aprovechar el tiempo, las oportunidades. Fruto de las transformaciones de la democracia, pude estudiar en un instituto público y en una universidad pública. Y aproveché el tiempo.
-¿Qué procura?
-Siempre me han interesado la Historia, la Política, la Economía. Saber de todo eso me ayudaba a intentar entender lo que estaba pasando a mi alrededor. Nunca he pensado que las cosas no se pueden cambiar, creo que debemos intentar mejorarlas aunque no sea una tarea fácil.
-¿Qué no entendía?
-Que mis padres tuvieran que llamar al médico de usted y que el médico los llamase a ellos de tú, por ejemplo. O todos de usted o todos de tú. Esa idea de que el administrado estaba por debajo, y de que los terratenientes del pueblo estaban por encima, me inquietaba.
-¿Qué regalo de Reyes recuerda?
-¡Un avión! A lo mejor fue premonitorio de que terminaría siendo secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda. Eso, y que vivía muy cerquita de las vías del tren.
-¿Tuvo hucha?
-Varias, la primera con forma de cerdito. Era ahorrador. Mis amigos siguen destacando de mí que lo soy [sonríe].
-¿Ahorrador o tacaño?
-Habrá quien piense que lo segundo [ríe], pero no creo llegar a a tanto. En mi casa mamé la cultura del ahorro, y nunca he sido derrochador. Pero vivo bien, ¡eh!
-El dinero.
-No ha sido nunca el motor de mi vida, ni la gran motivación para mí. El motor y la gran motivación han sido, en mi caso, las ideas, el conocimiento, el prepararte para enfrentarte a las transformaciones que llegan.
-¿Tiene una cara oculta?
-Si eres de pueblo, a la gente del pueblo que te conoce de toda la vida no la puedes engañar. Te conocen y saben cómo eres. Yo sigo tomándome el café cuando voy a Torre Pacheco con mis amigos de toda la vida.
-¿De qué tiene la sensación?
-Todos los días, cuando me acuesto, de que no sé nada. Tengo la sensación de obra inacabada, de que he salido del trabajo sin haber hecho todo lo que tenía que hacer todo lo bien que tenía que haberlo hecho. Mi nivel de autoexigencia es muy alto.
-¿Qué le molesta mucho?
-Una de las cosas que más me soliviantan es la incoherencia, el que se diga una cosa y se haga otra. En este sentido, creo que los jóvenes son los menos incoherentes. Yo trato de serlo todos los días, pero todavía tengo un gran margen de mejora.
-¿Qué se propone?
-Cuando trabajo, sea cual sea la responsabilidad que asumo, lo que hago, modestamente, es poner un grano de arena en forma de reformas, de cambios. Cuando fui secretario general del PSOE en la Región de Murcia, por ejemplo, traté de decirle a los ciudadanos que había que cambiar el modelo de crecimiento, que no se podían poner todos los huevos en la misma cesta del ladrillo.
-¿Cómo se siente?
-He cumplido 60 años, y me sigo sintiendo muy motivado para seguir intentando mejorar las cosas. Tenemos muchos retos por delante, y también muchas amenazas, y hay que ser proactivo y dar la batalla.
-¿Qué amenazas?
-Entre otras, las del populismo y la de esa apuesta por el individualismo y por un mal concepto de libertad. Para que haya una libertad plena hay que lograr unas condiciones materiales para todos, no solo para un sector privilegiado. El que tiene recursos puede ser libre, el que no los tiene no puede serlo. La verdadera libertad se construye a partir de una cierta cohesión social. Cuidado: el 1% quiere ganarle la partida al 99% tratando de vender un concepto de libertad y de individualismo equivocado. Merece la pena seguir peleando.
-
Un sitio para tomar una cerveza.
En cualquier parador.
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Una canción.
'23 de Junio', de Vetusta Morla.
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Un libro para el verano.
'¿Qué falla con la economía?', de Robert Skidelsky.
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¿Qué consejo daría?
[...]
-
¿Le gustaría ser invisible?
No.
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Su héroe o heroína de ficción.
[...]
-
Un epitafio.
[...]
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¿Qué le gustaría ser de mayor?
Político.
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¿Tiene enemigos?
Me dicen que sí.
-
Su copa preferida.
De cerveza.
-
Lo que más detesta.
La injusticia y la incoherencia.
-
Un baño ideal.
En La Manga.
-¿De qué está convencido?
-Tengo muy claro que sin los equipos no vas a ningún sitio y que cuando tus equipos son mejores que tú, tú mejoras. La varita mágica es tener a gente más lista que tú alrededor.
-¿Qué no entiende?
-Sin saberlo, me he ido generando enemigos, y eso es algo que no entiendo. Soy educado, soy respetuoso, no insulto. Lo que hago es confrontar ideas utilizando argumentos; no considero a los adversarios políticos enemigos.
-¿Cree usted que Cristóbal Montoro tendrá alguna pesadilla con usted?
-[Risas] Tengo buena relación con Montoro y también con [el exministro de Economía Luis de] Guindos, aunque con Montoro particularmente.
-No dejó usted de darle caña.
-Los miércoles por la mañana, cuando se celebraban las sesiones de control al Gobierno, lo primero que hacía Montoro cuando entraba al Hemiciclo era mirar a ver si yo estaba. Creo que se equivocó enormemente, por ejemplo con la amnistía fiscal, pero también pienso que es un servidor público. Llegamos a pactar algunos temas en su despacho, como una subida del salario mínimo interprofesional muy importante. Cuando nos encontramos, nos alegramos de vernos.
-¿Zapatero era Bambi?
-Creo que no tanto. Hizo reformas importantes y tenía una idea de la democracia avanzada: el debate y la participación tenían que ir más allá de la votación de cada cuatro años. Sigo teniendo una buena relación con él.
-Mariano Rajoy.
-Es una persona educada, y también es la no reforma. Entendió que la sociedad española es, inicialmente, de centro izquierda, y que cuando ve peligrar determinados valores se moviliza. Él entendió, a diferencia de [José María] Aznar, que los excesos no son buenos y que no hay que soliviantar a la 'bestia', a esa mayoría de centro izquierda, y eso le llevó, con ese tancredismo suyo, a la no reforma. Con él España no tenía influencia ni en Europa, ni el mundo.
Reformas
-¿Le reconoce algún acierto?
-De entrada, el no deshacer muchas de las reformas sociales que planteó el Gobierno anterior de Zapatero; los grandes cambios sociales, las grandes reformas en nuestro país vienen de la mano del PSOE, y normalmente lo que hacen los Gobiernos del PP es no deshacer esos cambios.
-Pedro Sánchez.
-España va saliendo con buena nota de todas las crisis. Por ejemplo, con la pandemia, España lo ha hecho razonablemente bien en el contexto internacional. Y se abordó también razonablemente bien la erupción del volcán de La Palma, y se está abordando bien la presencia de España a nivel europeo e internacional. Creo que España cuenta ahora de una manera importante en Europa. Pedro Sánchez, que ha peleado muy bien las ayudas del fondo europeo Next Generation, tiene un liderazgo que ahora se ha visto en la Cumbre de la OTAN; y su relación con los líderes internacionales es muy fluida. Y España crece económicamente por encima del 4%. Hay quienes hablan de recesión, pero yo firmo de por vida que España crezca al 4%. Y además, creciendo la estabilidad y la calidad del empleo.
-Esta Región.
-No se sabe adónde va, ni tiene un buen plan estratégico. Y se siguen cometiendo los mismos errores. Se supone que ya habíamos aprendido la lección con el Mar Menor, y que ya sabemos la importancia del turismo de calidad, de un turismo sostenible de verdad. Pero no, [el Gobierno regional] quiere construir [el puerto de contenedores] en El Gorguel; ¿pero no habíamos aprendido la lección? Ahora mismo hay una desorientación absoluta.
-Los toros.
-Hubo un tiempo en el que la figura de José Tomás me llamó la atención porque me parecía que había un mayor equilibrio entre el toro y el torero, dado que él se colocaba en lugares donde nadie lo hacía. Pero el sufrimiento del toro cada vez lo aguanto menos.
-¿Vegetariano?
-No.
-¿Caza, pesca?
-Ninguna de las dos cosas.
-Dicen algunos que es usted una persona fría.
-A veces pienso que sí, que es cierto que doy esa impresión de frialdad...; pero en el fondo soy un sentimental. Y creo que soy sensible a los problemas de la gente, me pongo con facilidad en la piel de los demás.
-¿Coqueto?
-No le voy a negar que sí.
-¿Qué deporte practica?
-Tenis y pádel.
-¿Hay un Más Allá?
-Creo que no, desgraciadamente.
-¿A qué se niega?
-A escuchar un chiste machista, o a que se hagan bromas sobre el maltrato o se lancen mensajes negativos sobre la mujer en mi presencia. En ese tema soy cada vez más militante: no me hace ninguna gracia nada que tenga que ver con el machismo.
-¿Feminista?
-No me gustan las modas ni sumarme a ellas, me tiran para atrás...; hay un problema social muy serio, la violencia hacia la mujer que vivimos todos los días, y hay que ser proactivo a todos los niveles: en el lenguaje, en la educación, desde todo ángulo.
-¿Lenguaje inclusivo?
-Procuro utilizarlo porque en el lenguaje también nos la jugamos.
-¿Piropea?
-Fuera de una relación de intimidad, no.
-¿A quién le debe mucho?
-Mi mujer me ha ayudado mucho a ser mejor persona y mejor profesional. Estar junto a ella te enriquece como persona. Doy gracias todos los días por la suerte que he tenido.
-¿Se imagina sin ella?
-Esa pregunta me la he hecho alguna vez, y la respuesta la tengo clara: ya no me imagino un mundo sin ella.
-Reconozca que menudo chollo le ha tocado con su nuevo cargo, Presidente de Paradores de Turismo de España.
-Le aseguro que llego a mi curro a las ocho y cuarto de la mañana y que me voy a las ocho de la tarde, no paro en todo el día. Pero no me quejo, en absoluto, estoy encantado.
-¿Su ciudad europea?
-Londres.
-¿Su lugar de descanso?
-La Manga, cada vez me gusta más.
-¿Barco tenemos?
-No tengo barco ni amigos con barco. Lo que he hecho este verano ha sido cambiar la sombrilla de playa, que ya tenía seis o siete años. A mí me gusta ir a la playa tanto si te puedes bañar como si no porque ese día hay bandera roja. Voy todos los días al mismo lugar, con mi sombrilla, ahora la recién comprada, y mi silla correspondiente.
-¿Desmiente entonces que no paga usted ni un café?
-¡Eso es una leyenda urbana, una exageración total! [Risas]