

Secciones
Servicios
Destacamos
Nacida en Murcia en 1980, es la pequeña de tres hermanos. Casada y madre de dos hijos -de 13 y 11 años-, se formó como periodista en la UCAM y en su casa vivió la política, y la apuesta por el PP, desde bien pronto. Su padre, José Pablo Ruiz Abellán, fue desde el 2000 consejero de los gobiernos de Ramón Luis Valcárcel, pasando a ser en diciembre de 2008 el primer Defensor del Pueblo de la Región de Murcia. Como consejera de Política Social, Familias e Igualdad del Gabinete de López Miras, cargo al que accedió tras su paso por la Dirección General de Personas con Discapacidad del Instituto Murciano de Acción Social (IMAS), se ha convertido en un referente de trabajo bien hecho y en un activo político del PP.
-Qué libro le marcó.
-Leí 'A sangre fría', de Truman Capote, después de haber sufrido un intento de robo en la casa de mi familia en la playa. Mi padre no estaba, era septiembre, de noche y estábamos ya todos dormidos, mi madre y mis hermanos. Mi hermana escuchó ruidos, se levantó y se encontró con el ladrón en el salón... El susto fue tremendo, sientes miedo e impotencia, no sabes lo que podría haber pasado... Cuando leí 'A sangre fría' sentí escalofríos.
-La sonrisa.
-Me dicen que tengo una sonrisa fácil, pero no es algo de lo que sea muy consciente. Lo que procuro es no estar de malhumor, sino todo lo contrario, pensando en mí misma y en los que me rodean. Y no siempre es fácil porque las injusticias y la violencia me afectan mucho. No puedo ver ni un segundo de cualquier vídeo que contenga una agresión.
Un sitio para tomar algo con amigos La barra del Hispano, en Murcia.
Una canción 'November Rain', Guns N' Roses.
Un libro 'Las cenizas de Ángela', de Frank McCourt.
¿Qué consejo daría? Actúa con los demás como te gustaría que lo hicieran contigo.
¿Les gustaría ser invisible? No.
¿Tiene enemigos? No creo.
¿Qué es lo que más detesta? El abuso y la violencia.
Un baño ideal En La Zenia.
Un héroe o heroína de ficción Lagertha.
Un capricho El chocolate.
-¿En qué mundo vivimos?
-En un mundo difícil, pero que al mismo tiempo nos brinda muchas posibilidades de mejorarlo. Soy una persona optimista y me gusta mirar con esperanza, no ya sólo al futuro, sino al día que tengo por delante.
-¿Sobre qué se sostiene esa esperanza?
-Conozco a muchas personas buenas, capaces de dedicar su tiempo a ayudar a los demás, a mejorar la vida de gente a la que no conocen; son personas que no aparecen en las noticias, pero que hacen que sientas que merece la pena trabajar por mejorar la vida de todos.
-La niña que fue.
-Una niña que no hacía ruido [sonríe]. Una niña responsable y que no daba el follón. Siempre he sido muy casera, me ha gustado mucho estar en mi casa con mis padres y mis abuelos, tanto maternos como paternos. Y también me ha gustado mucho desde siempre sentirme arropada por un grupo de amigas, soy muy de amigas [ríe]. En general, soy una persona tranquila que lleva una vida tranquila.
-¿Qué quería ser de mayor?
-Una buena periodista de radio y televisión. Y eso estudié, Periodismo en la UCAM, aunque desde siempre también me gustaba mucho la política.
-Los padres.
-Me llevo fenomenal con ellos, son dos personas magníficas a las que admiro muchísimo y, de hecho, vivo debajo de ellos. La ayuda tanto de mis padres como de mi suegra ha sido un apoyo muy grande para que yo haya podido desarrollar mi carrera profesional.
-¿Cuándo descubrió que esto de vivir no es fácil?
-Siempre he sabido que vivir no es fácil, entre otras cosas porque yo nací después de que mis padres perdieran a dos hijas. Y, también, desde que tuve 18 años estuve muy cerca de una persona muy próxima, y muy querida, que nació con una espina bífida muy severa que la mantuvo en cama 22 años y que requería cuidados las 24 horas. Yo he podido llevar una vida cómoda, lo reconozco y lo agradezco, pero siempre he tenido los pies en el suelo.
-Lo importante.
-Tener una estabilidad emocional, y eso sólo te lo aporta la familia y el trabajo. Si no tienes trabajo, si no tienes herramientas para avanzar, la vida se complica mucho. En cuanto a la familia, la principal lección que me llevo de mis padres es lo importante que es: necesitamos esa red de apoyo, tanto emocional como de recursos materiales, que es la familia. Si cuentas con una familia sólida, las adversidades se ven y se afrontan de otra manera. Cuando tu vida se tambalea, tienes ahí un punto de apoyo que te permite soportar el dolor y la tristeza que puedan venirte.
-¿Entiende el aborto cuando se trata de una criatura que nacerá con graves problemas de salud?
-Son decisiones muy personales que se tienen que tomar, tras una profunda reflexión, en pareja. También es cierto que aunque tus hijos nazcan con la mejor salud, sin carencias de ningún tipo, nada te garantiza que la vida no se vaya a complicar en cualquier momento para ellos.
-¿Se imagina usted tomando la decisión afirmativa?
-No, no me imagino abortando, pero no juzgo a la mujer que lo haga; cada persona tiene sus circunstancias, y lo que creo que sí que es necesario es prestarle ayuda, la que necesite, a la mujer que se está planteando abortar por carencias materiales o emocionales. No debemos dejarla sola.
-Los buenos momentos.
-O con la familia o con amigos y siempre alrededor de una mesa, por supuesto [risas]. Para mí, esas comidas con sobremesa y esas cenas en las que estás en la gloria son mis opciones preferidas.
-¿Qué no puede evitar?
-Suena la música y me pongo a bailar, hasta con la música del 'Cumpleaños feliz' me pasa [risas]; en las celebraciones, ¡eh! Soy la primera que sale a bailar, pero no la última en seguir bailando porque me gusta irme a la cama pronto para estar bien al día siguiente. Me encantaría ir a dar clases de bachata, salsa y todo eso, pero no encuentro nunca el momento. Ahora, cuando voy al gimnasio no puedo prescindir de la música.
-¿Feliz?
-Mucho.
-¿Y cuál es la fórmula?
-La fórmula es sentirte acompañada, y yo me siento acompañada por mi marido, mi familia y mis amigos; sé que confían en mí y que me quieren y eso me da mucha seguridad.
-La cocina.
-Mi madre me regaló cuando me casé un robot de cocina, a ver si con esas... [risas]. Pues ahí lo tengo, guardado en un armario. No me gusta nada cocinar, ni soy una mujer tradicional en el sentido de que no me desvivo por las cuestiones domésticas [sonríe].
-¿Y cómo es?
-Una mujer que le echa muchísimas horas al trabajo y a la que le gusta aprovechar los ratos libres.
-¿Por qué del PP?
-Es el partido en el que me siento más cómoda; soy consciente de que no es un traje a medida, pero es el que mejor me sienta, el que mejor me representa, incluidos temas como la lucha contra las desigualdades y el feminismo. Yo no soy de pancartas, ni de fuegos artificiales, creo que las cosas se consiguen defendiendo con el trabajo bien hecho que lo que apostamos por lo correcto. Y me gusta lo respetuoso que es el PP con la diversidad; lo que queremos es vivir bien, tranquilamente, sin generar conflictos, confrontaciones, ni divisiones.
-¿Qué no le gusta de usted?
-A veces soy insegura. Y estoy muy enganchada al trabajo, creo que de más. No puedo dejar de trabajar y eso es duro, pero por otro lado pienso que ya vendrán otras etapas de mi vida.
-Los menores no acompañados, etiquetados como menas. PP y Vox han roto, incluido el acuerdo de Gobierno en Murcia, por diferencias sobre cómo afrontar esta tragedia.
-A los menas hay que ayudarles porque no sólo son personas, sino que hablamos de menores de edad que no están acompañados. ¿Puede haber algo más duro que un menor de edad alejado de sus padres, de su familia, de su país? Hay que ayudarles, no podemos darles la espalda, aunque está claro que son necesarias políticas serias y responsables que coordinen los recursos y nos coordinen a todos los territorios. Que busquen una unidad de acción, porque es verdad que en estos momentos Ceuta, Canarias y Melilla lo están pasando fatal.
-¿Y la Región de Murcia?
-Estamos haciendo todo lo que podemos con nuestras posibilidades y con los recursos que tenemos, que también están muy tensionados. Pero tenemos claro que por responsabilidad y porque son menores, a los menas tenemos que darles la mejor de las atenciones.
-¿Entiende que se hable de ellos con desdén, con desprecio?
-Lo puedo entender si se hace desde la ignorancia y desde el desconocimiento. No puedes generalizar poniéndoles a todos la etiqueta de delincuentes esperando con eso ganar la partida.
-¿Trata con ellos?
-Sí, me gusta ver de cerca cómo utilizamos nuestros recursos; hago lo mismo con todos nuestros menores en situación de desamparo. Conozco a menores que han venido de fuera, buscando un futuro mejor, que han vivido verdaderos infiernos. Mire, en esta consejería vemos todo el equipo situaciones muy duras, a veces insoportables, pero a mí la parte más dura me sigue pareciendo la que afecta a los menores. He conocido a niños que esperan todos los días con la maleta hecha a que vengan sus padres a llevárselos a casa; padres y madres que por problemas de adicciones o por otras causas no pueden hacerse cargo de ellos, no pueden tener la custodia. Es tanta la gente que necesita nuestra ayuda: personas con discapacidad, dependientes, mayores en residencias... Creo que esta consejería es el alma del Gobierno, encargada de poner el foco sobre todos ellos para tratar de facilitarles una vida lo más digna posible. Y contamos para hacer nuestro trabajo con el apoyo, la confianza y la sensibilidad del presidente Fernando López Miras.
-¿Qué le impacta?
-Los encuentros con mujeres víctimas de violencia de género de un nivel cultural muy alto y cuyas parejas también lo tienen: chicos jóvenes, cultos, con buenos trabajos, que tienen socialmente muy buena imagen...; cuando ellas cuentan los malos tratos recibidos no suelen creerlas...; hay que educar y trabajar mucho con los niños y las niñas si queremos acabar con las desigualdades; al final, la desigualdad es lo que genera el machismo.
-¿Existe la violencia machista?
-Claro que sí. En la Región de Murcia se están atendiendo de media a entre 6.000 y 7.000 mujeres al año.
-¿Qué no querría?
-No volverme una persona fría.
-¿Cómo le afecta que el expresidente Ramos Luis Valcárcel esté pendiente de juicio por el caso de la desaladora de Escombreras?
-En mi familia lo conocemos mucho. Yo creo en su honradez y en su honestidad y sé que lo está pasando muy mal porque a nadie le agrada que se le acuse de un comportamiento delictivo. He pensado siempre que le ha movido el querer lo mejor para esta Región.
-¿Creyente?
-Sí, creo en Dios y creo en el bien y el mal.
-¿Qué le deja a usted con la boca abierta?
-Nueva York.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Álvaro Soto | Madrid y Lidia Carvajal
Cristina Cándido y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.