Un castillo que es paisaje

El castillo de Alhama, todo el Cerro del Castillo, fue, ha sido y es, ante todo, paisaje.

El paisaje determinó las primeras ocupaciones del cerro, promontorio lenticular con dirección predominante norte-sur, por su cualidad de 'lugar a salvo' al mismo tiempo que rodeado de agua y posibles tierras de cultivo.

El paisaje también ha configurado esa realidad, tópica e interesada, que llamamos memoria colectiva. La memoria, visual a veces, adquiere ilusión de permanencia cuando, más bien, es cambiante y efímera. La restauración siempre supone un choque con la memoria, sobre todo cuando hablamos de paisaje.

Durante más de 20 años, las excavaciones y obras en el cerro han ido alterando su imagen. Hoy pretende evocar una realidad donde se superponen los siglos para disfrute del XXI, es una situación nueva… ¡aprovéchenla!