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Soy un murciélago

Sábado, 17 de agosto 2024, 01:00

Parece ser que soy un murciélago. Ni tan nocturno ya, ni duermo colgando en una cueva. Ni espero tan feo. Oh dios. Pero para los mayas, para su horóscopo, soy un murciélago. El otro día en una entrevista de los 90 a Gustavo Cerati, escuché ... como decía que solo se fiaba del horóscopo maya, y como el malogrado líder de Soda Stereo y yo casi compartimos por un par de días fecha de nacimiento, me dio curiosidad saber qué carajo sería yo a ojos mayas. Y soy un murciélago. Hasta aquí todo bien, un poco lo de siempre, (lo de los Leo en verdad), líder carismático, personalidad brillante, ingenio para resolver problemas, objetivos firmes, la típica lavada de ego muy de los nacidos en agosto, aparentemente tan encantados de habernos conocido como quien dictamina el signo que nos marcan las estrellas. Además, triunfaremos en política y nos caímos en una marmita de Red Bull de pequeños. Ok, ok, bájele, señor maya. Pero entonces seguí leyendo, apenas unas pocas líneas, no hay demasiados tratados sobre los horóscopos mayas (ni demasiados mayas, claro). Y me encontré con una cita demoledora: «Les encanta pasar el tiempo solos y no les importa tener largas temporadas de soltería». En principio no tendría que haberme sorprendido y lo de las temporadas de soltería viene de serie, pero. Pero. ¡PERO! Nunca me había enfrentado a la realidad de mi destino. Y por primera vez me parecía una duda y no un dato sin más el «¿hasta cuándo?». Los que somos seres solitarios, ¿lo seremos para siempre? ¿Viviremos en nuestra pequeña fortaleza de la soledad llena de discos, pianos, gatos y libros de Historia del Arte hasta que la policía nos encuentre por el nauseabundo olor que despide esta casa? Es posible, y ahora que lo pienso por escrito, lo admito tranquilo, maldita sea, sí, soy un murciélago.

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