Va a ser una despedida amarga. El UCAM, que partía como candidato al ascenso, ha acabado descendido a Segunda RFEF de la peor manera posible, sin la opción de luchar hasta el final por sobrevivir en una categoría que se le ha hecho cuesta arriba.
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«Deseamos acabar el curso con una victoria y además ante nuestra afición. Tendremos delante un rival con mucho talento que puede dar una gran imagen como ya se vió ante el Castellón, y por eso tenemos que estar preparados para ello», dice Aira, el tercer entrenador de un equipo que ya ha comenzado la reconstrucción de cara a la próxima temporada buscando un director deportivo que supla a Reverte.
El preparador ponferradino apenas ha conseguido resultados ni resucitar un conjunto al que le ha faltado ambición: «Me siento decepcionado por los resultados y eso va conmigo, porque yo soy el máximo responsable. Una de las lecciones que me llevo es el haber podido inculcar unas ideas dentro de esta plantilla. Creo que se ha visto reflejado en algunos partidos, a pesar de este periodo corto de tiempo. Me ha faltado conseguir que seamos competitivos durante los noventa minutos», asegura antes de recibir a un Barcelona B que no se juega nada en La Condomina.
El choque también servirá como despedida para la mayor parte de la plantilla del UCAM ya que sus contratos se rescindirán de forma automática una vez consumado el descenso inesperado a la Segunda RFEF.
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