Ballesta: «El peor enemigo del UCAM somos nosotros mismos»

Mañana visita La Condomina unos de los equipos más fuertes de la Primera Federación. El Albacete, recién descendido desde el fútbol profesional, solo tiene en mente volver a la Segunda División y quiere hacerlo cuanto antes. La entidad manchega se encuentra en tercera posición de la tabla y cuenta con unos de los presupuestos más elevados de la categoría. Aunque lejos de los 8 millones que contaron en LaLiga para la temporada pasada, el Alba ha reunido una buena cantidad de dinero para este ejercicio.

La ayuda por el descenso, así como los ingresos por patrocinio y los más de 7.000 abonados con los que cuenta, la mejor cifra de la entidad en la categoría de bronce, han hecho que el proyecto deportivo del equipo se acerque a los 3 millones de euros de gasto y la única meta de los del Carlos Belmonte es consolidarse de nuevo en la parte de arriba.

En el césped del estadio murciano se vivirá un duelo con excompañeros por parte de los dos equipos. Jordi Sánchez, delantero del conjunto manchego que la pasada campaña estuvo a punto de subir con el UCAM en el 'playoff' de Extremadura, volverá a la que fue su casa. Coincidirá en el terreno de juego con Liberto Beltrán, jugador universitario que aterrizó en el anterior ejercicio procedente del Albacete y que se ha hecho un hueco con la elástica azulona.

El UCAM de Salva Ballesta aún sigue buscando su mejor versión. Aunque en el último partido disputado en su feudo le ganase al Algeciras, rival de la parte alta, fuera de la capital del Segura los azulones han sido blandos e inertes. Los números como visitantes son pobres y andan muy lejos del objetivo marcado a principio de temporada. Con el entrenador aragonés se ha conseguido 1 punto de 9 posibles. Cierto es que algunos de los rivales no han sido nada fáciles, pero la dinámica debe empezar a cambiar si no quieren verse con el agua al cuello en los últimos meses de competición.El equipo no arranca.

El máximo responsable del banquillo azulón tiene claro que la situación se va a revertir. «No tengo duda de que el equipo va a salir y dará un cambio, pero tenemos que tener nuestra responsabilidad, dar una imagen de equipo valiente y ser protagonistas en el campo». Eso sí, recordó Ballesta que los «cambios tan drásticos» en el mundo del fútbol no se consiguen de un día para otro, como el que está promoviendo él en la entidad de la familia Mendoza.

De la misma forma, el análisis de Salva Ballesta y su cuerpo técnico deja claro que «el peor enemigo del UCAM somos nosotros mismos», apuntó el entrenador, que hizo énfasis en los goles recibidos. «No estamos encajando porque el rival genera una jugada extraordinaria, la semana pasada fueron dos errores», lamentó.

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