Seis consejos para guardar las sobras de comida y evitar intoxicaciones alimentarias

Es habitual que al cocinar hagamos más comida de la que realmente vamos a consumir, en estos casos, la mejor opción para no desperdiciar los alimentos, es conservarlos de una manera adecuada para poder tomarlos otro día. Esto también sucede con el 'batch cooking', una práctica que se ha popularizado y que consiste en planificar un menú semanal para ahorrar tiempo. Sea cual sea la situación, lo fundamental es guardarlo apropiadamente para que mantengan su sabor y que no supongan un riesgo para la salud.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que una vez cocinada la comida, lo mejor es no dejarla durante horas en la encimera para no meterlo caliente en la nevera. Podemos esperar durante unos minutos, pues aunque no es peligroso introducirlo la olla humeante en este electrodoméstico, uno de los contras es que ese calor puede alterar a la temperatura del resto de alimentos que tiene alrededor, en la nevera.

Pero también hay otros factores que tenemos que tener en cuenta a la hora de conservar las comida. Para que mantenga el sabor y asegurarnos de que se encuentra en buen estado para evitar una intoxicación alimentaria, podemos emplear unos 'tips'. El doctor y divulgador Manuel Viso, ha compartido seis consejos para ello.

Este profesional incide en la importancia de refrigerar los alimentos. «Es crucial hacerlo antes de dos horas de haberlas preparado para evitar el crecimiento de bacterias y lo mejor es hacerlo ya en la primera hora», explica. Los recipientes en los que los guardamos deben ser «herméticos para evitar la contaminación cruzada y la pérdida de humedad». También debemos utilizar «utensilios limpios» y no «mezclar» unos alimentos con otros durante el almacenamiento o la preparación.

En el caso de no consumir la comida a los dos o tres días siguientes, lo mejor es «congelarla», puedes utilizar etiquetas para poner la fecha y así saber cuando lo has hecho. También es muy útil poner en práctica el método 'primero entrar, primero en salir' para reducir el desperdicio. A la hora de recalentarlo, haz solo aquello que vayas a comer y «alcanza una temperatura de 74 grados para matar cualquier bacteria potencialmente peligrosa» y hazlo solo una vez.

Por último, antes de consumirlas «inspecciónalas, míralas y huélelas y si ves algún tipo de deterioro, una textura extraña, mohos o cualquier alteración que parezca sospechosa, deséchalas, señala. Siguiendo estas pautas minimizaremos al máximo el riesgo de intoxicación alimentaria.

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