María Ramírez
Miércoles, 5 de marzo 2025, 16:38
El ingenio de los hosteleros para conseguir propinas es lo que marca la diferencia a la hora de aumentar el bote. En España, dejar un extra de dinero no es obligatorio, a diferencia de lo que ocurre en otros países, como Suiza, donde la ley exige abonar al establecimiento un 15% adicional en concepto de tasa de servicio. En cualquier caso, este gesto se considera una forma de reconocer y premiar el buen servicio de un bar.
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Este incentivo, más allá de demostrar la satisfacción del cliente, supone un sobresueldo para los empleados. Eso sí, esta cuantía voluntaria no se puede considerar parte de la nómina, tal y como expresa el artículo 8 de la Revista de Jurisprudencia Laboral, número 8/2021, publicada en el Boletín Oficial del Estado. En concreto, expresa que está entre la lista de cosas excluidas del salario por «ser percibidas por el trabajador con ocasión de su trabajo, por no proceder del ingreso del patrimonio empresarial sino de un tercero».
Las redes sociales han desvelado la astucia de numerosos locales para llenar el bote. Uno de los más populares y que muchos bares utilizan consiste en entregar el cambio en monedas de menor valor para que el consumidor lo perciba como 'calderilla' y deje todas las vueltas en el plato.
Por su parte, los restaurantes que han adoptado el pago a través de aplicaciones también han encontrado una forma de conseguir un extra. Su método consiste en incluir un botón llamativo que sugiera dejar un porcentaje adicional sobre la cuenta, como el 10% o el 15%.
No obstante, lo cierto es que esta práctica está perdiendo fuelle entre los clientes. Por ello, un establecimiento ha encontrado el modo de captar la atención de los clientes de una manera más creativa. Se trata de Hammurabi, un local de Bilbao que ha creado un reto muy curioso. El juego tiene únicamente una regla y, si el participante gana, recibe un premio: «Si pones una moneda encima del limón, caña gratis», explica el cartel.
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Para ello, han colocado un vaso con agua, en el que flota un limón. La dinámica consiste en que los clientes deben colocar una moneda sobre el limón sin que caiga al agua. Si lo logran, reciben una cerveza. En el vídeo compartido en Instagram, se puede ver claramente cómo el recipiente ya tiene monedas de aquellos que lo han intentado y no han tenido suerte. Sin duda, una buena estrategia para que los consumidores pasen un buen rato y que los hosteleros aumenten sus ganancias.
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