Evita que tus pendientes con cierre de clip dañen tus lóbulos: descubre el truco para proteger tus orejas

Para muchas personas, los accesorios como los pendientes resultan una parte fundamental de su 'look'. Estos complementos pueden encontrarse en diferentes tamaños, más grandes o más pequeños, dependiendo del gusto de cada persona. Y es que, lo cierto es que las opciones para elegir son prácticamente infinitas. Sin embargo, hay ocasiones en las que, debido al tamaño o al material con el que están hechos, estos pueden pesar demasiado y resultar incómodos de llevar. De hecho, es posible que el uso prolongado de este tipo de pendientes tenga consecuencias estéticas en el lóbulo, como agujeros rasgados.

La causa de este desgarro suele ser la utilización de pendientes que tienen un peso excesivo durante un tiempo prolongado. No obstante, también puede producirse un desgarro accidental, debido a enganches o tirones, según explican los expertos. Es importante tener en cuenta que no se trata de un problema que afecte a todas las personas, ya que depende de la laxitud propia del tejido de cada paciente.

Cuando se produce este tipo de desgarro, la única solución es someterse a una operación conocida como lobuloplastia. Sin embargo, para evitar llegar a este punto, es posible aplicar algunos consejos prácticos, como no llevar pendientes demasiado pesados durante períodos prolongados, elegir materiales de calidad e hipoalergénicos (lo que reduce la probabilidad de reacciones alérgicas y daños en la piel que debilitan el lóbulo) o simplemente quitártelos por la noche para aliviar la presión en las orejas.

La higiene también juega un papel importante. Por ello, es recomendable limpiar los pendientes regularmente para evitar la acumulación de suciedad y bacterias, lo que puede debilitar aún más el lóbulo. Asimismo, preparar la piel aplicando crema o aceite hidratante en los lóbulos puede ser de gran ayuda, ya que mejora la elasticidad y resistencia de la piel.

A todas estas recomendaciones se suma un sencillo truco que, además de evitar que los agujeros de las orejas se rasguen, puede ayudar a reducir el dolor que puedan provocar ciertos pendientes. La creadora de contenido Alepez ha compartido en su perfil un tip que puede evitar molestias en aquellos que utilizan pendientes con cierre de 'clip'.

Este tipo de cierres son de los más fáciles de poner y quitar, lo que los hace una opción popular. Sin embargo, debido a que no ejercen demasiada presión, pueden quedar un poco 'flojos', lo que aumenta la probabilidad de que se produzcan los temidos desgarros en los lóbulos.

La solución es tan simple como colocar una rosca de pendiente. Antes de ponértelo en la oreja, coloca esta pequeña pieza metálica en el gancho del pendiente y luego introdúcelo en el agujero del lóbulo. Al cerrarlo, notarás que queda más ajustado, sin colgar tanto, lo que reduce el riesgo de daño estético en las orejas.

Si prefieres pendientes con otro tipo de cierre pero también te preocupa este problema, existen otros trucos que pueden ayudarte. Una opción es utilizar parches invisibles diseñados específicamente para soportar el peso de los pendientes. Estos parches se colocan detrás del lóbulo y distribuyen el peso del accesorio, evitando que el lóbulo se debilite o se deforme.

Otra solución más casera es recortar una pequeña esfera de los clásicos apósitos Compeed Ampollas. Independientemente del producto que elijas, solo tendrás que colocarlo detrás del lóbulo para que el pendiente quede mejor sujeto y su peso no cause daño.

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