Cuatro trucos para limpiar tus joyas de acero inoxidable y que queden como nuevas

Todos guardamos en nuestros joyeros alhajas que con el paso del tiempo han visto cómo su aspecto ha cambiado. Da igual que sean de plata, simples baratijas o de acero inoxidable, es algo inevitable, aunque dependiendo de la calidad del material tardará más o menos.

El acero inoxidable es un metal muy duradero y, debido a su contenido de cromo, es resistente a la oxidación y la corrosión. Además, otra de las ventajas que presenta es que estas piezas son más económicas que las elaboradas con plata u oro. Esta relación calidad-precio hace que muchos se decanten por ellas para engrosar su colección de joyas. Si bien aquellas chapadas pueden deslustrarse cuando se exponen al cloro, el agua salada ya la luz solar directa y el revestimiento también puede astillarse o desgastarse si no se cuida adecuadamente.

A pesar de su durabilidad, es aconsejable eliminar cualquier resto de polvo para que mantengan su brillo y aspecto original. Hay varios métodos que pueden ser muy efectivos a la hora de limpiar tus joyas de acero y para lo que no será necesario utilizar productos muy complicados de encontrar, más bien todo lo contrario. Desde la joyería Moments comparten cuatro trucos para que queden como nuevas.

Según señalan, esta es una de las formas «más sencillas y efectivas». Solo tendrás que sumergir las piezas en agua tibia con unas gotas de jabón y frotar suavemente con un paño suave o un cepillo de dientes suave para eliminar la suciedad y los residuos acumulados. Una vez lo hayas hecho, enjuaga bien las joyas con agua limpia y sécalas con un paño suave para evitar manchas de agua.

Probablemente, nunca habías pensado que ese producto que utilizas para lavarte los dientes podría a ayudarte a limpiar tus joyas, pero lo cierto es que el dentrífico tiene usos sorprendentes. Y es que «sus propiedades abrasivas suaves, es perfecta para eliminar manchas superficiales y devolver el brillo». Para ello aplica una pequeña cantidad de pasta de dientes en un cepillo o en un paño suave y frota suavemente las joyas. Luego, enjuaga con agua tibia y sécalas bien con un paño.

Lo mismo ocurre con el vinagre, más allá de para aderezar ensaladas y otros platos, este también tiene propiedades limpiadoras que pueden ser muy útiles. En este caso, es la opción perfecta para borrar las manchas más difíciles, pues ayudará a disolverlas. Solo mezcla partes iguales de agua y vinagre blanco en un recipiente y sumerge las joyas en la solución durante unos minutos. Frota suavemente con un paño suave o un cepillo de dientes suave y enjuaga bien con agua limpia.

Mezcla una pequeña cantidad de detergente para platos con agua tibia y sumerge tus joyas en la solución durante unos minutos. Después, frota suavemente con un paño suave o un cepillo de dientes y enjuaga bien con agua limpia.

Además, si es la primera vez que utilizas cualquiera de estos métodos, la mejor opción es probarlos en una pequeña parte de la pieza para asegurarse de que no va a producir ningún daño.

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