Damián Torres/Las Provincias

«Vais a morir todos». El trágico presagio escrito en la casa de los niños asesinados en Valencia

Algunos vecinos han descrito a los padres como «muy hippies» e involucrados en «temas sectarios y paranormales»

la verdad

Viernes, 15 de marzo 2019, 11:10

La investigación en torno a la desaparición y muerte de los dos niños de cuatro meses y cuatro años en Godella (Valencia) comienza a esbozar el perfil de los padres de los menores. Ayer se encontraron sus cuerpos enterrados y sin vida cerca de la vivienda familiar. Según el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, los progenitores padecían «algún tipo de desequilibrio».

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La pareja, que rondaba la treintena, residía junto a sus hijos como okupa en una casa abandonada. En la fachada del inmueble figuraba una espeluznante pintada con la frase «Vais a morir todos» y en su interior la Guardia Civil ha encontrado cabezas de animales y muñecas colgadas en las paredes. El escenario nada tenía que ver con la vida anterior de la madre, perteneciente a una familia acomodada de Rocafort. De hecho, la pareja recibía alimentos de conocidos y no tenía vehículo. El padre era de nacionalidad belga. Respecto al desempeño laboral de ambos, se sabe que ella trabajó como limpiadora en su localidad natal de diciembre de 2017 a marzo de 2018 y él, que había sido pinche en varios bares de Rocafort, fue despedido por su impuntualidad.

Además, los servicios sociales les habían abierto un expediente por los supuestos problemas mentales que padecían y su presunta desatención hacia los menores, que podría haber acabado en la retirada de su custodia. Según apuntan algunos vecinos, la relación de la pareja era «complicada» y él tenía «reacciones violentas». También han señalado que eran «muy hippies» y habían comenzado a vivir «de manera alternativa», consumían estupefacientes y estaban involucrados en «temas sectarios paranormales».

En consonancia con este particular estilo de vida están las circunstancias que rodean la desaparición de los pequeños. Esta se conoció tras una fuerte discusión de los padres de la que alertaron algunos vecinos a las fuerzas de seguridad. Cuando la Guardia Civil y la Policía Local llegaron a la vivienda encontraron al padre y no a la madre, que había salido corriendo y desnuda. El operativo de búsqueda se activó ante las incoherentes respuestas del padre sobre el paradero de sus hijos y la madre apareció más tarde escondida en un bidón cercano a la vivienda y con arañazos «propios de haber corrido». «Los niños tienen que resucitar», declaró a los agentes.

Finalmente, los cuerpos sin vida de los menores fueron encontrados ayer, tras las indicaciones de su madre. Estaban enterrados cerca de la vivienda familiar. A pesar de que ninguno de los progenitores se ha declarado autor de los hechos, ella está detenida y él está siendo interrogado.

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