Imagen de la zona en la que se halló el cuerpo. Abajo, foto de Laura. Foto: Efe | Vídeo: Atlas

Las últimas 48 horas de Laura Luelmo

La autopsia revela que la joven murió entre dos y tres días después de su desaparición. El lugar donde el supuesto asesino la tuvo retenida es clave en la investigación

LA VERDAD

Miércoles, 19 de diciembre 2018, 07:49

Los resultados preliminares de la autopsia dieron un giro todavía más cruel al crimen de Laura Luelmo. Según el informe forense, la joven murió por un fuerte golpe en la cabeza entre dos y tres días después de su desaparición, que se denunció el 12 de diciembre tras avisar a su novio de que iba a salir a correr y no regresar a la casa que tenía alquilada en El Campillo, donde llegó como profesora interina apenas unos días antes. Bernardo Montoya ha confesado el asesinato.

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Con los nuevos datos aportados por la autopsia, la investigación, llevada a cabo por especialistas de la Guardia Civil, se centra ahora en saber qué pasó en las 48 horas que pasan entre el día de la desaparición de Laura Luelmo y el momento de su muerte. El móvil de la joven dejó de funcionar el mismo día de la desaparición y dejó una última señal que le posicionaba a nueve kilómetros del pueblo donde tenía alquilada la casa justo frente a la vivienda en la que vivía el asesino confeso, que fue siempre el principal sospechoso para los investigadores. Bernardo Montoya, con antecedentes de violencia y adicción a las drogas, había vuelto al pueblo tras salir de la cárcel por haber asesinado a una anciana que iba a testificar contra él por haberle robado y agredido previamente.

Si Laura estuvo viva entre dos y tres días después de haber desaparecido, ¿dónde fue retenida hasta acabar asesinada? Los vecinos de El Campillo organizaron batidas por todo el pueblo desde el mismo miércoles en el que se pierde el rastro de la joven, pero no hubo ninguna pista que apuntara al lugar donde la profesora podía estar retenida. Lo que sí se sabe es que a Bernardo se le perdió la pista también la misma tarde y que no regresó al pueblo hasta que la Guardia Civil estrechó el cerco y consiguió detenerle tras un «movimiento sospechoso» del hombre.

Lo que sí deja claro el informe del forense es que Laura Luelmo no solo había sido golpeada en la cabeza, sino que su cuerpo presentaba heridas en el cuello y otras marcas compatibles con un intento de defenderse de su asesino. Estas heridas pueden ser claves en la investigación una vez que se haga el análisis del ADN en el cuerpo de la joven ya que podrían incriminar directamente al supuesto detenido en el caso de que el perfil genético encontrado en el cadáver concuerde con el del sospechoso. El coche Alfa Romeo que conducía Bernardo también es otra de las claves de la investigación, pues todo apunta a que el cuerpo sin vida de Laura Luelmofue trasladado una vez consumado el asesinato a la zona de matorrales donde un voluntario encontró el cuerpo de la chica.

Los agentes de la Guardia Civil, tras la detención del sospechoso, registraron la vivienda de Montoya para intentar recabar pruebas y tratar de averiguar si ese inmueble fue el escenario del crimen. Los funcionarios también allanaron la casa de Laura.

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El detenido fue llevado al puesto de la Guardia Civil de la cercana población de Valverde del Camino, donde los especialistas de la UCO que trabajaron en el caso de Diana Quer o el niño Gabriel Cruz y que están convencidos de que el móvil del asesinato de Laura Luelmo fue sexual, interrogarán a Montoya, antes de que sea puesto a disposición de la titular del Juzgado de Instrucción 1 de Valverde, quien ha decretado el secreto del sumario.

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