Trucos para quitar el aceite que salta a la ropa

Cocinar es esa tarea que debes realizar cada día, por mucha pereza que sientas. Mientras cocinas puede que te salte el aceite cocinando, esto se debe a la reacción que tiene la grasa cuando está muy caliente y hay presencia de agua. Cuando se fríen los alimentos que contienen agua, lo más probable es que salte el aceite caliente. En el menor de los casos salpica en la encimera, pero a veces ocurre que el aceite cae directamente a la ropa, o peor aún, a los brazos, causando quemaduras y manchas en la piel.

Para prevenirlo es recomendable asegurarse de que la sartén está seca antes de agregar aceite, secar los alimentos con papel absorbente, agregar una pizca de sal en la sartén si añades un huevo o un alimento que supongas que puede saltar, ya que la sal absorbe la humedad, y esperar a que los alimentos congelados no tengan escarcha, y cocinar distanciado de la sartén y jamás acercar a la cara. Pero a veces aunque tomes todas las precauciones posibles el aceite de cocina acaba saltando hacia ti. Si te llenaste de grasa y estás pensando en tirar la ropa que se manchó de aceite y tanto te gustaba, existe un truco que te ayudará a quitar las manchas.

Para poder quitar la grasa es muy efectivo el jabón para trastes, ya que elimina las manchas de grasa, especialmente si la mancha está fresca. Quítate la prenda, echa unas gotas de jabón para trastes con un cepillo de dientes que ya no utilices y restriega añadiendo unas gotas de agua. A continuación, frota ligeramente y mete tu prenda manchada a la lavadora o lávala a mano, según el tipo de tejido. Recuerda que no debes hacer esto con una prenda de color blanco porque puedes mancharla más por los colorantes del detergente.

Si quieres limpiar una prenda con una mancha seca la mejor forma de intentar que desaparezca es agregando polvos de talco de forma generosa sobre la mancha. Una vez que la mancha está cubierta por completo debes presionar ligeramente con las manos para que este ingrediente absorba bien la grasa. Deja reposando al menos dos horas la prenda. Después coloca la ropa en un recipiente con agua tibia, excepto si es un tejido delicado, en este caso emplea agua fría), y talla con un cepillo de dientes que ya no uses y mete a la lavadora o a mano la prenda.

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