Este es el tiempo que puede pasar desde la fecha de consumo preferente para poder comer cada alimento

Algunos supermercados ya han notado en sus estantes las consecuencias de la huelga de transportistas. Hay ciertos productos básicos que comienzan a escasear, por lo que hay quienes se han puesto en marcha para hacerse con grandes cantidades de productos con el objetivo de no quedarse sin ellos si más adelante los necesitan y ya no los encuentran. Sin embargo, hay que tener cuidado, porque no todos son válidos para hacer acopio debido a que pueden caducar.

Hay dos tipos de fechas que pueden tener los productos: caducidad y consumo preferente. La primera es la que se debe seguir a rajatabla pues consumir una comida después de esa fecha deja de ser seguro porque desarrolla un riesgo microbiológico alto. Por eso, para evitar que se pongan malos tan pronto, lo más recurrente y recomendable es congelar estos alimentos antes de que lleguen a la fecha de caducidad. Una vez descongelados, se aconseja consumirlos en un periodo de 24 horas. En este grupo hay ejemplos como la carne y el pescado.

La fecha de consumo preferente no es tan tajante. A partir de esa fecha, no es necesario que tires el producto, pues puede haber perdido las cualidad y parte de su calidad, pero su consumo no es peligroso para la salud. Además hay otro grupo de alimentos no obligados a tener fecha, aunque por supuesto, esto no significa que no caduquen: la fruta y la verdura, la sal, el azúcar o el vino, entre otros.

El consumo preferente es una estimación de la fecha en la que los alimentos empiezan a deteriorarse, pero dependiendo del tipo de producto puedes consumirlos unos días o incluso meses después sin ningún problema. Todo depende de la cantidad de agua que contentan, lo que hará que se pongan malos con mayor o menor facilidad.

- En el caso del pan, los yogures y los quesos pasteurizados, se pueden consumir sin problemas hasta pasados 15 días de la fecha de consumo preferente.

- El plazo se amplía hasta un mes para la bollería sin relleno, los embutidos a lonchas y los frutos secos.

- Los zumos, aceites, mantequillas y congelados tiene un periodo de duración que se extiende hasta los tres meses tras la fecha.

- Los que aguantan mejor el tiempo, hasta un año, son los que tienen menos agua. Aquí encontramos alimentos perecederos como las legumbres, la pasta, el arroz, las conservas y los alimentos azucarados como la miel, la leche condensada y los chicles.

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