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Los embalses españoles encaran 2025 en mejores condiciones que como empezaron 2024, lo que no es mala noticia teniendo en cuenta que todavía persiste la situación de sequía de larga duración (cuando se acumulan menos lluvias de lo normal en tres años) en Cataluña, puntos ... del Cantábrico -Asturias, Cantabria y Álava-, sureste peninsular y ambos archipiélagos.
La reserva hídrica estrena el año con 28.973 hectómetros cúbicos (137 hm3 más que la semana pasada, 0,2% más), lo que equivale al 51,7% de su capacidad, según datos publicados este jueves por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). De ese total, los embalses de la vertiente Atlántica acumulan 20.850 hectómetros cúbicos (el 72% del total) y los de la vertiente Mediterránea, 8.123 (el 28%).
En relación a su situación de hace un año (46% de su capacidad), los embalses se encuentran 5,6 puntos por encima y almacenan 3.142 hectómetros cubicos más que a principios de enero de 2024, una cantidad algo superior a la que los hogares españoles consumen durante todo un año.
670 Un año algo más lluvioso de lo normal
En cuanto a las precipitaciones de 2024, se han acumulado en el conjunto de la España peninsular 670 litros por metro cuadrado, según los datos provisionales avanzados por la Aemet y a falta de contabilizar las lluvias de la última semana. Supone un 5% por encima de lo normal. Ha sido el primer año con carácter húmedo desde 2018. Durante 2024 ha habido cuatro meses muy secos: abril, julio, noviembre y diciembre; uno seco: mayo; cuatro húmedos: enero, febrero, agosto y septiembre; dos muy húmedos: marzo y junio. Y el mes de la dana octubre, que fue extremadamente húmedo y el más lluvioso desde que hay registros. El promedio fue de 147 litros, el 189% del valor medio para este mes.
El nivel actual de los embalses españoles es también superior (seis décimas por arriba) a la media de los últimos diez años, otro dato alentador si se tiene en cuenta que hace un año estaban al 46%, casi ocho puntos por debajo de la media del decenio.
Con relación a sus registros de enero de 2024, las cuencas que suelen sufrir más problemas de agua (las de sur y las catalanas) presentan mejores niveles. Es el caso del Guadalquivir y Guadiana (quince puntos más respectivamente), la Cuenca Mediterránea Andaluza (diez puntos más), Guadalete Barbate (catorce puntos más), Júcar y Segura (tres puntos por encima cada una) y la de Cataluña interna (17 puntos más).
Las reservas de agua en esos enclaves aumentaron gracias a las copiosas lluvias de marzo (llovió el doble de lo normal) y mayo y las precipitaciones que se registraron durante otoño, especialmente en octubre, el mes de la dana. Este cambio de tendencia se escenificó en un lugar emblemático: el pantano de Sau, en Barcelona, que en marzo de 2024 se encontraba al 1% de su capacidad y que solo tres meses después, en junio, llegó a superar el 40%. Hoy se encuentra al 16%, un porcentaje que sigue siendo muy bajo, pero nada que ver con el que presentaba en los peores momentos de la sequía.
Una situación similar sucede en los embalses de la cuenca del Segura que están algo mejor que hace un año, pero siguen en situación crítica al encontrarse sobre el 21% de su capacidad. Es el peor registro de todas las cuencas peninsulares. De hecho, la Comisión de Desembalse ha decidido mantener las restricciones para riego en esa confederación al menos hasta el próximo mes de marzo tras constatar que la recuperación de las reservas (25 hm3 más en un año) sigue siendo insuficiente.
Por lo demás, la situación de las reservas de agua nacionales es esta: por encima del 50% de su capacidad se encuentran Cantábrico Oriental, al 86,3%; el Cantábrico Occidental al 65,5%; el Miño-Sil al 55,7%; Galicia Costa al 80,8%; las Cuencas internas del País Vasco al 95,2%; el Duero al 63,6%; el Tajo al 54%; Tinto, Odiel y Piedras al 82,5%; y el Ebro al 75,5%.
Por debajo del 50% está el Guadiana, que se encuentra al 41,2%; Guadalete-Barbate al 28,2%; Guadalquivir al 35,1%; la Cuenca Mediterránea Andaluza al 29,2%; el Júcar al 49,8%; las Cuencas internas de Cataluña al 33,4%; y el Segura al 21,3%.
Los pantanos de todas las provincias de España se encuentran por encima del 20% a excepción de Almería, cuyos embalses apenas superan el 9% de su capacidad. Las siguientes provincias por la cola son Albacete (20,3%), Alicante (21%) y Murcia (21,6%).
Para el catedrático Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, la perspectiva general de arrancar este 2025 con unas reservas mejores a las del año pasado es una noticia positiva, pero advierte de la situación de las cuencas del sureste peninsular, especialmente las del Segura y la Mediterránea andaluza, las dos únicas que se encuentran por debajo del 30% de su capacidad, junto a la del Guadalete-Barbate, que abastece a mucha menor población. «Son porcentajes preocupantes y no hay que bajar la guardia en relación con los planes de sequía. En este cuadrante sureste las reservas de agua no son buenas», indica Olcina, que recuerda además que, según las previsiones de la Aemet, no parece que este invierno vaya a ser muy lluvioso.
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