C. García
Miércoles, 28 de febrero 2018, 20:09
Kirill Berzoyin es un joven de 18 años de Rusia. Un día se le ocurrió la idea de meter a un gato en el horno encendido, a más de 300 grados. Junto con sus amigos, Berzoyin y los demás se divertían viendo al animal sufrir.
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Los jóvenes grabaron todo el proceso de tortura en vídeo. En él se ve al gato agonizando contra los cristales del horno. Mientras, los amigos y el propio Kirill se ríen y gritan emocionados. Uno de ellos menciona la temperatura del horno, «375 grados. Perra», grita. Otro se pregunta cuánto podrá aguantar el animal.
Al grupo de amigos todavía no le ha caído ningún castigo por estos hechos aunque se espera que llegue pronto. Rusia ha reforzado recientemente sus penas por maltrato animal.
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