la verdad
Lunes, 11 de febrero 2019, 12:36
Cuando llenamo el carro de la compra es importante dejar para el final los productos frescos y congelados para alterar lo menos posible la cadena de frío de los alimentos. Esto es lo que recomienda la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) para evitar la proliferación de los microorganismos. Pero guardar la compra en casa también es un paso importante si queremos conservar el aroma, sabor, aspecto y nutrientes de estos productos.
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Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), las baldas superiores y la puerta del frigorífico es el lugar más adecuado para conservar los alimentos que menos frío requieren. Por ejemplo, bebidas, salsas, mermeladas, mantequillas, sobras de comidas cocinadas y huevos.
Los productos lácteos como los quesos, la leche, la nata, los yogures o los embutidos deben situarse en las baldas intermedias. Más abajo debemos colocar los productos frescos como la carne o el pescado, ya que es la zona más fría del frigorífico pero siempre tapados para evitar los olores que desprenden.
Los cajones, que suelen estar a mayor temperatura, son el mejor sitio para guardar frutas y verduras. Las más delicadas deben guardarse envueltas en papel transparente o de aluminio para que no se dañe su superficie exterior y siempre limpias, sin trocear ni lavar. Además, si tu frigorífico dispone de cajones especiales a 0ºC, debes meter ahí la carne y el pescado.
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