la verdad
Lunes, 22 de abril 2019, 12:47
Quienes tienen anemia, fatiga, tensión arterial alta, estreñimiento, acidez, ardor de estómago, artritis, gota, nefritis o cálculos renales bien saben que el plátano debe ser una de las frutas imprescindibles en su dieta. Este manjar de la dieta mediterrránea, especialmente los que se producen en el archipiélago canario, no puede faltar en la mesa en cualquier momento del día. A pesar de su amplio consumo, muy pocos saben cómo debe comerse y casi todo el mundo comete el mismo fallo.
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Si le retiras las hebras después de pelarlo estás cometiendo un error. Esta parte del plátano, que tan molesta nos resulta, se conoce como los paquetes de floema. Estos son muy ricos en nutrientes y es que, según los investigadores del Dole Nutrition Institut, estos hilos tienen una mayor concentración de fibra. Además de sus ventajas nutricionales las hebras sirven para indicar si el plátano está maduro o no. Si los floemas permanecen adheridos a la fruta, no deberíamos comerla todavía porque los nutrientes aun no se han repartido bien. Si, por el contrario, se desprenden con facilidad, todo indica que está en su punto.
Pero los beneficios del plátano no acaban ahí. Su piel posee polifenoles y carotenoides, dos potentes antioxidantes. También forman parte de su composición las vitaminas B6 y B12, magnesio, potasio, fibra y proteínas.
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