la verdad
Martes, 29 de enero 2019
Catarina es el culpable accidental de la parálisis temporal que padeció una joven durante un año. Este gato negro callejero se hizo muy amigo de la joven inglesa cuando pasaba unos días de vacaciones en Portugal. Gemma Birch dejó que el pequeño felino entrara en el apartamento donde se alojaba durante esos días pero «el último día de las vacaciones estuve muy enferma. Estuve vomitando toda la noche, luego en el avión me sentía débil y no podía contener nada. Cuando llegamos al control de pasaportes en Inglaterra, mi estómago se hinchó», relató la joven.
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En ese momento, no sabía que Catarina le había contagiado con una bacteria que le entumeció las piernas. La Campylobacter es una bacteria que se encuentra en aves crudas. Al parecer, el animal había estado rebuscando en los contenedores de un hotel y la habría contraído. Sólo pudo ser él el causante porque Gemma llevaba un año comiendo sólo pescado.
Como consecuencia, perdió la sensibilidad de sus piernas. La bacteria le había provocado el síndrome de Guillain-Barré (SGB), una enfermedad del sistema nervioso en la que el sistema inmunitario daña las neuronas y acaba derivando en parálisis. Pasaron nueve meses hasta que la joven se rehabilitó y fue capaz de volver a andar.
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