LA VERDAD
Domingo, 12 de junio 2022, 14:09
Con la llegada del calor proliferan los insectos y uno de los más desagradables son las garrapatas. Nadie quiere enfrentarse a las molestias de una plaga en casa que pueda afectar a los miembros de la familia o a las mascotas, pero en ocasiones las precauciones pueden llegar a fallar y, aunque se sigan todos los consejos contra las garrapatas, puedes sufrir un inoportuno picotazo cuando menos te lo esperes.
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De todos los parásitos que pueblan nuestro entorno, los ixodoideos son uno de los más indeseables. Estos ácaros de gran tamaño, más conocidos con el nombre de garrapatas, tienen un aspecto repulsivo y su picadura puede ser molesta, pero su mayor peligro es que son vectores de transmisión de numerosas enfermedades infecciosas, entre las que están el tifus y la enfermedad de Lyme.
Para reducir el riesgo de contagio, es importante deshacerse de la garrapata cuanto antes, puesto que con el paso de los minutos y las horas se incrementa el riesgo. Sin embargo, retirar estos insectos no es tan fácil como aplastarlos o despegarlos con los dedos, ya que cuentan con un sistema que les permite quedarse adheridos con firmeza en el hospedador una vez efectuada la mordedura, y hay una serie de cosas que debes tener muy en cuenta para evitar males mayores.
Una vez detectada la garrapata, hay que procurar retirarla lo antes posible, sin dejar pasar más tiempo del estrictamente necesario. El motivo es que, tras engancharse, comienzan a segregar unos jugos bacterianos que después pasan al torrente sanguíneo de su víctima. Lo ideal es deshacerse de la garrapata antes de que este proceso comience.
No por sobradamente conocida hay que descuidar una de las reglas de oro a la hora de enfrentarse a las garrapatas. Bajo ningún concepto hay que arrancarlas de golpe. El motivo es que si se ejerce demasiada fuerza sobre una garrapata sus dientes retrógrados, que funcionan con un sistema similar al de un ancla, pueden partirse y quedarse alojados en la piel, dando lugar a posibles infecciones. Si eso sucede, se debe usar un bisturí o aguja para extraer los restos.
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Tan importante como no arrancar la garrapata usando excesiva fuerza es no reventar, quemar o cortar su cuerpo. De ser así, se podría producir la inoculación de fluidos infecciosos en el organismo del portador.
Algunos de los remedios 'de abuela' para retirar una garrapata no son tan efectivos como se cree y, de hecho, pueden ser contraproducentes. Usar alcohol, aceite, vaselina, petróleo u otros productos agresivos no es recomendable. Efectivamente sirven para asfixiar al insecto, pero no sin riesgos, ya que durante la agonía se acelera la regurgitación de bacterias en la sangre.
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La manera correcta de retirar una garrapata es usar unas pinzas de punta estrecha, que se usarán para sujetarla por su zona bucal, lo más cerca posible de la piel del hospedador. Una vez agarrada con las pinzas, hay que realizar una tracción perpendicular muy lenta pero continua, de forma progresiva y sin aplicar fuerza ni girar las pinzas. El proceso puede llevar cerca de un minuto, hasta que finalmente la garrapata se desprenderá de forma limpia.
Una vez extraído el parásito hay que lavarse las manos y la zona de la picadura aplicando agua tibia y jabón, además de alcohol para frotar o un exfoliante con yodo.
También resulta recomendable echarle una foto a la garrapata o meterla en un bote para que, en caso de que se produzca una infección y sea necesario buscar ayuda médica, sea posible identificar de qué tipo es para facilitar un diagnóstico.
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