Los motivos que demuestran que la cuchilla no engrosa el vello: «Es un efecto visual»

¿Cera, láser o cuchilla? Estas tres opciones representan una encrucijada a la hora de elegir el método de depilación más adecuado. La elección dependerá de factores como el presupuesto, la sensibilidad de la piel, la tolerancia al dolor y la búsqueda de resultados permanentes. Además, hay que tener en cuenta la exposición al sol en verano, ya que no todos los procedimientos son compatibles.

Las bandas se caracterizan por proporcionar una solución más duradera, ya que al eliminar el vello desde la raíz, permite extender el tiempo entre las sesiones. Sin embargo, resulta dolorosa y puede causar irritación en pieles sensibles. La luz pulsada, muy popular en los últimos años, utiliza la energía lumínica para destruir el folículo y que no vuelva a salir. Sin embargo, es un tratamiento costoso.

Por su parte, recurrir al rasurado tradicional suele ser la opción más rápida, sencilla y económica. Este tipo de afeitado proporciona unos resultados inmediatos sin tener que acudir a un salón de belleza. No obstante, al cortar el vello a nivel de la superficie de la piel, existe la creencia de que se vuelve más fuerte y negro.

La dermatóloga Ana Molina, más conocida en Instagram como @dr.anamolina, ha desmentido esta idea. Según la especialista, se trata de una ilusión visual provocada por tres motivos. De hecho, la profesional bromea al respecto expresando que de ser así, recomendarían «afeitados periódicos a la gente con alopecia».

En primer lugar, el pelo tiene forma de cono, ya que se estrecha hacia la punta. De este modo, al cortarlo, queda al descubierto exclusivamente la parte de la base, que es más ancha y más gruesa en comparación con el resto. Es por este motivo que al pasar la cuchilla parece que el vello es más grueso.

La segunda razón está relacionada con la exposición al sol. El pelo que crece todavía no ha percibido la radiación UV ni se ha puesto en contacto con químicos que lo decoloren. Por ello, su tono es más oscuro. La tercera causa es que aquellos métodos de depilación que producen un arrancamiento del cabello sí que van debilitándolo a largo plazo, por lo que al compararlo, parece que la cuchilla lo vuelve más fuerte.

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