Cómo conseguir que el melón y la sandía duren más tiempo en perfecto estado

Son frutas típicas y muy deseadas en verano por su frescor y su alto contenido en agua. El melón y la sandía abundan en los mercados y en los frigoríficos en la temporada estival, pero su propia composición hacen que sean bastante sensibles una vez abierta. Son organismos vivos que pierden su frescura en poco tiempo cuando se encuentran expuestas al ambiente, por lo que muchas veces habrás tenido que consumirlas rápido para que no se pongan malas, a pesar del gran tamaño de estas frutas. Sin embargo, hay ciertas formas de conseguir que el melón y la sandía duren más tiempo en perfecto estado una vez abiertas:

Lo primero que debes tener en cuenta es que su conservación será más adecuada si lo mantienes en refrigeración todo el tiempo, pues el proceso de descomposición es más lento. Para guardar ambas frutas en la nevera puedes meterlas en un recipiente hermético, lo que ayudará a evitar que se contaminen de otros alimentos, pero no alargará su vida mucho tiempo. No obstante, es una buena opción para tenerlas listas para comer en cualquier momento.

Lo más recomendable, sin embargo, es cubrir el área abierta del melón y la sandía para que no esté expuesta al ambiente. Puedes hacerlo con papel film o otra pieza de plástico como puede ser una tapadera, de manera que quede bien ajustado, para evitar que la pieza se reseque o se contamine. Además, lo mejor será dejarla boca abajo para conservar todavía mejor la parte abierta.

Para una mejor conservación, es aconsejable cortar sus dos extremos y mantenerla a una temperatura entre los 3,5 y los 5 grados en la nevera. Una vez abierta, la fruta se debe consumir en un plazo de 3 a 4 días antes de que pierda sus propiedades. En el caso de que el melón o sandía estén todavía cerrados, lo más recomendable es mantenerlos a temperatura ambiente para que no pierdan el sabor y meterla en la nevera solo un par de horas antes de que vayas a consumirlos.

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