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LA VERDAD
Domingo, 13 de marzo 2022, 08:25
Dormir siete u ocho horas no siempre es sinónimo de un descanso reparador. En ocasiones, a pesar de que nos hemos acostado a una hora razonable y hemos conseguido conciliar el sueño sin demasiados problemas, por la mañana nos despertamos cansados, sin energías o incluso con algunas molestias, como dolores de cabeza o sensación de malestar.
Si los malos despertares se convierten en un hecho frecuente, conviene consultar con el médico porque podrían ser un síntoma de alguna enfermedad. No obstante, en ocasiones se deben simplemente a malos hábitos u otras causas que podemos identificar fácilmente.
Una cefalea matutina puede deberse a que no hemos consumido suficiente agua durante el día. Aunque el consumo energético es mínimo mientras dormimos, una leve deshidratación puede provocar que disminuya el nivel de oxígeno en sangre. Si además de despertarte con dolor de cabeza notas que tu boca está muy seca y tienes la voz anormalmente ronca, podría ser una pista de que necesitas beber más agua.
Para que el descanso sea óptimo la cabeza, el cuello y la columna deben de estar correctamente alineados. Para ello es indispensable usar una almohada óptima. Si duermes de lado, deberá tener un grosor de unos 15 centímetros, mientras que si duermes boca arriba bastará con una de 12 centímetros. Además, deberá ser lo bastante larga para que cubra los hombros por completo.
Este trastorno consiste cuando, debido al estrés o la ansiedad, cerramos la mandíbula con demasiada fuerza al dormir, provocando una sobrecarga tensional que se puede traducir en molestias moderadas como cefaleas, dolores de oído, mareos, vérticos o una mayor sensibilidad dental. Si duermes en pareja, el rechinar de dientes nocturno es la principal pista para detectar este caso. El brixismo se puede tratar de forma inmediata acudiendo al dentista para usar una férula de descarga, pero lo ideal sería abordar los problemas de fondo que provocan el estrés y la ansiedad en primer lugar.
Si además de despertarte cansado o con malestar sufres ronquidos, podría ser indicativo de un caso de apnea del sueño. Este trastorno, que afecta a entre el 4% y el 6% de la población, se presenta cuando la respiración de una persona se interrumpe durante unos segundos mientras duerme, cortando su descanso en varias ocasiones durante la noche. Si crees que puede ser tu caso, debes consultar con el médico para obtener un diagnóstico profesional.
No hace falta emborracharse para que el alcohol nos haga pasar una mala noche. Esta sustancia, al igual que algunos fármacos, puede inducir un efecto sedante que nos ayude a conciliar el sueño, pero a cambio de reducir la calidad del sueño, lo que puede llevar a despertarnos con una sensación de cansancio.
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