Los autónomos que pueden deducirse el IVA de la gasolina en la declaración de la Renta

Con la campaña de la Renta 2022 recién estrenada, llega el momento de que los autónomos recopilen facturas guardadas durante el año y comprueben qué gastos pueden deducirse a la hora de presentar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, que corresponde a los trabajadores por cuenta propia. Este es uno de los ejercicios fundamentales antes de presentar la Renta, pues deducir impuestos supone una de las fórmulas más eficaciones para ahorrarse un dinero.

Con la subida del precio de la gasolina y el diésel, la deducción del IVA de los combustibles es muy atractiva y muchos autónomos buscan la manera de aliviar el importe por medio de los impuestos. Hay tres requisitos para que cualquier factura de los combustibles pueda ser deducible: el gasto debe estar relacionado con la actividad del trabajador, debe justificarse debidamente a través de recibos y facturas y debe estar registrado en la contabilidad del negocio. Si no se cumple alguno de los requisitos, la deducción no podrá aplicarse dentro de la declaración de la Renta.

Existen dos opciones de deducción del IVA según las condiciones del autónomo: los que pueden deducirse el 50% y quienes aspiran al 100%. De manera general, la aplicación en la gasolina es la de la mitad del importe, pero si cumples estos requisitos puedes deducir el 100% de las facturas y recibos. En primer lugar, debes contar con un vehículo destinado tanto para el transporte de personas como de mercancías; y debes usarlo para prestar servicios de transporte de viajeros mediante contraprestación, para la realización de pruebas o promociones o para realizar vigilancias.

Lo principal para deducirse el IVA es demostrar que utilizas el vehículo como herramienta en tu actividad como autónomo. Para ello, debes recordar pedir la factura siempre que repostes para poder justificar los recibos. Esa factura deberá estar registrada en la contabilidad para presentarla en la declaración trimestral del IVA y poder desgravar el combustible. El objetivo último es que Hacienda pueda comprobar que la deducción del gasto en gasolina o diésel es legítima en el puesto de trabajo.

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