LA VERDAD
Jueves, 17 de agosto 2023, 08:59
Gran parte de la población sufre este problema. Los callos, ojos de gallo, clavo o helomas son engrosamientos o bultos de piel endurecida que se forman como un mecanismo de defensa de la piel en una zona en la que existe un exceso de fricción o presión. Es uno de los problemas más comunes en esta parte del pie, además de las durezas y las grietas, que hacen su aparición especialmente en verano.
Publicidad
Si se produce un roce constante en el pie, ya sea por un punto de prominencia ósea o bien por un calzado o pisada inadecuada, la piel reacciona formando más queratina para proteger esta zona.
Los callos generan molestias al caminar y son más frecuentes en la parte superior o lateral de los dedos. Suele producirse por un calzado que no se ajusta bien y que en muy pocas ocasiones precisa de cirugía. Cuidar a diario los pies y acudir al podólogo puede ayudar a prevenirlos.
Las causas más comunes de la aparición de callos pueden ser: el calzado, ya sea estrecho o inadecuado a la forma del pie; alteraciones de la marcha que provocan una pisada inadecuada con un exceso de presión en un punto del pie; deformaciones en los huesos del pie, como el juanete, espolón o artrosis; otra de las causas puede ser el sobrepeso, ya que incrementa la presión sobre los pies.
1. Utiliza zapatos cómodos y amplios. Deben disponer de suficiente espacio para todos los dedos de los pies. Tampoco abuses de los tacones altos.
2. Cambia de calzado con frecuencia. Esto te permitirá descansar el pie y contribuirá a que los puntos de fricción o presión sean siempre los mismos.
3. Elige calcetines cómodos. Asegúrate de que no contienen costuras que te puedan rozar y de que los pones bien.
4. Utiliza plantillas de protección y evitarás que el calzado ejerza presión sobre la piel. Los separadores de dedos pueden ser útiles igualmente.
Publicidad
5. Cuida tus pies en casa. Remójalos en agua tibia con jabón para ablandar los callos. Después lima la piel engrosada con una piedra pómez (no recomendada en caso de diabetes). Evita usar objetos con filo y sustancias químicas salvo la prescripción de un profesional.
6. Visita al podólogo regularmente. Si tienes tendencia a sufrir callos y otros problemas debes ir con regularidad a la consulta del podólogo.
7. Hidrata tus pies con frecuencia. Ponte crema cada día en tus pies y masajea hasta que la piel la absorba por completo.
El mundo cambia, LA VERDAD permanece: 3 meses x 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.