Reducir el riesgo de infartos gracias al bypass coronario
El equipo de la Unidad de Cirugía Cardiaca de Quirónsalud Murcia apuesta por esta intervención para evitar los riesgos de infarto y muerte. Una cirugía que permite recuperar la actividad normal de uno a tres meses
EFQ
Viernes, 16 de julio 2021
La cardiopatía isquémica o enfermedad coronaria es la patología cardiaca más común en el mundo occidental. En Europa, se estima que causa cuatro millones de fallecimientos cada año, lo que supone el 47% de todas las muertes. Ocurre cuando las arterias coronarias, que son las encargadas de llevar la sangre, el oxígeno y los nutrientes al corazón, se estrechan por la acumulación de placa (los depósitos que contienen colesterol). Con el paso del tiempo, esa reducción de flujo de sangre oxigenada al corazón provoca presión o dolor en el pecho, falta de aliento u otros síntomas, e incluso un ataque cardiaco si la obstrucción es completa.
En concreto, la cardiopatía isquémica puede conducir a una angina de pecho (dolor en el pecho que aparece normalmente cuando se realiza un esfuerzo), angina inestable (molestias torácicas con disnea o sin ella, náuseas y sudoración), infarto agudo de miocardio (dolor más intenso o duradero que la angina de pecho) o enfermedad de tres vasos (cuando las tres arteriales están afectadas -la coronaria derecha y las dos ramas principales de la coronaria izquierda-).
En estos casos de falta de riego en las coronarias, se recomienda la cirugía del bypass coronario, porque mejora la capacidad funcional para tener una vida normal y realizar esfuerzos, al mismo tiempo que alarga la supervivencia del paciente. Esta intervención quirúrgica consiste en derivar el flujo sanguíneo interrumpido por la obstrucción de una arteria coronaria (bypass) para conectarlos por debajo y por encima de las arterias obstruidas del corazón. Para ello, se utilizan vasos saludables (injertos o puentes) del propio paciente, bien de una pierna (injerto safeno) o bien del tórax (arteria mamaria). A través de este nuevo canal, se mejora el flujo sanguíneo hacia el músculo cardíaco.
Además, la cirugía coronaria es el tratamiento de elección en anatomías coronarias complejas, sobre todo, en pacientes diabéticos. Precisamente, diversos estudios, como 'Sintax' y 'Freedom', demuestran que la cirugía de bypass coronario es superior al tratamiento percutáneo en la enfermedad coronaria del tronco y/o de los tres vasos en términos de muerte, infarto y necesidad de nueva revascularización.
Alta médica a la semana
En cuanto al tiempo de hospitalización, los pacientes que se someten a una cirugía coronaria permanecen en el hospital siete días, terminando la recuperación ya en casa y con controles anuales por parte de su cardiólogo habitual. Igualmente, las personas extranjeras y con segunda residencia en otro país pueden marcharse de España a los 15 días de recibir el alta médica, eso sí, siguiendo los correspondientes controles.
Esta es una de las facilidades que proporciona la Unidad de Cirugía Cardiaca del Hospital Quirónsalud Murcia, que atesora un porcentaje de éxito superior al 97%, a nivel de los mejores centros europeos, y los datos de mortalidad son inferiores a los esperados, según el score de riesgo europeo Euroscore II.
Prueba preparatoria 'online'
Para la evaluación preparatoria, tampoco es imprescindible que el paciente acuda a la consulta, ya que esta gestión se puede realizar vía 'online' mediante el envío de un informe médico, un listado de la medicación habitual y las imágenes del cateterismo cardiaco. Con esta información sobre la mesa, el cirujano cardiaco de Quirónsalud Murcia establecerá cuál es el riesgo individual de cada paciente y planificará el número de bypasses a realizar. El día previo a la cirugía, ingresará en el hospital y será evaluado por su propio cirujano cardiaco y un anestesista.
La intervención se desarrolla con anestesia general de corta duración, con el propósito de que el paciente despierte lo antes posible y así comience con una rehabilitación precoz. Los cirujanos de la Unidad de Cirugía Cardiaca realizan de forma estándar la cirugía coronaria con injertos arteriales a corazón latiendo, fundamentalmente por su mejor permeabilidad a largo plazo. De hecho, este hospital de referencia cuenta con una gran experiencia en el empleo de injertos de doble mamaria, convirtiéndose en el primer equipo de cirujanos españoles para participar en uno de los estudios de cirugía coronaria más importantes, el estudio ROMA (en ingles, randomized comparison of the clinical outcome of single versus multiple arterial grafts).
Destacan que la principal ventaja de la cirugía coronaria sin bomba a corazón latiendo es la no utilización de la bomba de circulación extracorpórea, evitándose las complicaciones a nivel pulmonar, renal, cerebral… derivadas de la utilización de la misma. Cabe mencionar que la cirugía coronaria sin bomba, aparte de una recuperación precoz, disminuye la mortalidad y aumenta la esperanza de vida, sobre todo en los pacientes de alto riesgo.
Las ventajas de los paseos
Esta intervención ronda las cinco horas, incluido el tiempo de preparación anestésica y el procedimiento quirúrgico. Tras la cirugía, el paciente permanecerá en la UCI durante las primeras 24-72 horas para una mayor vigilancia, y a las 48 horas se les retirarán los drenajes quirúrgicos para que comience una recuperación activa, deambulando por la habitación y pasillo con paseos cortos y realizando ejercicios de fisioterapia respiratoria. Porque la deambulación precoz fomenta la desaparición del dolor, la respiración adecuada con expulsión de secreciones bronquiales, la deposición normal, la normalización de glucemias en pacientes diabéticos, etc. Por este motivo, desde la retirada de los drenajes se le ayudará a sentarse en el sillón y comenzará a realizar paseos cortos.
Pasados siete días de la operación se da el alta hospitalaria, y a la semana siguiente se realiza una revisión de las heridas quirúrgicas y del estado clínico del paciente, pudiendo viajar fuera de España en un vuelo regular si tuviera que regresar a su país o segunda residencia.
Normalidad absoluta a los 100 días
Los expertos indican que el periodo de recuperación para realizar una actividad normal oscila entre las cuatro y seis semanas, y que la recuperación completa puede llevar de uno a tres meses. Los síntomas propios del primer mes son la debilidad, cansancio generalizado, ciertos dolores, insomnio, falta de apetito, ánimo depresivo, el sentirse muy bien un día y algo peor al siguiente, hinchazón de piernas… que se deben a la misma intervención e incluso a cierto grado de anemia que se corregirá con el paso de las primeras semanas.
Sobre la actividad física, debe desarrollarse de una manera suave y progresiva durante el postoperatorio, con ejercicios adaptados durante el primer mes y después, incrementando la intensidad poco a poco para recuperar paulatinamente la actividad normal.
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