Más vale ser útil

Una de las famosas frases de Winston Churchill: más vale ser útil y provechoso que ser importante. Esta cita se puede aplicar a múltiples circunstancias de la actualidad patria. La gente prefiere ser importante a ser útil. Que se lo digan a Albert, que lo tuvo en la mano, pero le pudo el ego. O al actual presidente. Que tal y como está el país, recientemente ha trascendido que en lugar de estar pendiente de los problemas de los ciudadanos, lo que más le preocupa es cómo lo juzgará la historia.

Y eso mismo se puede aplicar a nuestro Murcia. En los últimos tiempos los dirigentes están más preocupados en las luchas por la poltrona que en ser útiles a la institución.

En este sentido, un día le dije a Tornel, al que tengo gran aprecio, que si él y su gente se sabían echar a un lado a tiempo y eran capaces de dejar el club en manos de gente solvente se merecerían una estatua en la puerta del estadio. De lo contrario, se los llevaría la corriente. No me hizo mucho caso.

No tenía por qué. Y ahí andan guerreando, enfrascados en cuitas personales. Y tres cuartos de lo mismo le pasa a Ramos, el penúltimo salvador, al que también tengo gran estima, y al que se le agradece el hecho de haber puesto la mosca cuando tocaba y tener el club al día, que no es poco. También le digo que si sabe ser generoso y negociar en interés del club, habría que ponerle otra estatua. Pero si se empeña en ponerle el tablacho a inversores solventes y contrastados gestores, puede acabar engrosando la larga lista de presidentes que se quemaron. ¿Qué tendrá ese palco?

El paseo de los tristes que supone el acceso al estadio se encuentra huérfano de estatuas que se malograron porque eligieron ser importantes a útiles. Por cierto, estamos tardando en ver los bustos de Cremades, Moreno Giménez o Pardo Cano, y cuánto menos las baldosas a Zamora, Campillo y de una docena de futbolistas.

Ayer, partido redondo. A Simón se le olvidó especular con el resultado, y todos contentos. Este es el camino.

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