Solo Cadorini es eficaz en un Murcia que sigue fallando ocasiones

Paradójicamente, la sensación general de superioridad y control del Atlético B en ese primer tiempo no se tradujo en más ocasiones. Cuando el Real Murcia le cogió el pulso al partido tuvo facilidad para generar peligro. Loren Burón, novedad en el once inicial, puso el microondas. Atacó el espacio y luego logró un robo alto en dos grandes ocasiones. También lo intentó el equipo a balón parado. Cada saque de banda lo ponía el propio extremo al área, hasta el punto de que el central Alberto González se incorporaba. Una falta lateral vio otra oportunidad, de Pedro Benito. El final del primer tiempo fue mejor y los de Fran Fernández parecían conectar para coger el ritmo y la profundidad para empezar a ser superiores.

Un capítulo especial dentro de esa primera parte lo merece el sector izquierdo de la defensa del Real Murcia. Fue una clave táctica. Resultó una constante ver a Ale García, un extremo y uno de los tres delanteros colchoneros, poniendo a prueba a Esteban Saveljich, un central. Con Kike Cadete alejado por su posicionamiento alto en los ataques granas, el zaguero se vio comprometido por las características de su par. Necesitó las ayudas de Moha. Ambos eran vitales para tapar ese espacio, que también buscó el pivote Javi Serrano girando el juego. Finalmente, con el zaguero con problemas físicos, Fran Fernández metió a Jaso y el equipo supo cerrar mejor esa zona en la segunda parte.

Esa no fue la única sustitución con efectos positivos en el conjunto murcianista. Y es que en la segunda mitad mostró una mejor imagen y un control sobre el partido mayor. Además de la labor de Jaso en la parcela defensiva, Toral también entró para revitalizar la banda izquierda. Sobre todo, el cambio que pudo ser decisivo fue el de Cadorini. El delantero tuvo la eficacia que le anda faltando al resto del equipo y en su primera opción, dentro del área y en el suelo, tuvo el instinto de meter la pierna y adelantar a los suyos. De momento solo juega pequeños tramos de partido, pero ya es su segundo tanto como grana. Poco a poco, la promesa brasileña se va dando a conocer a base de goles.

La nota negativa fue que el Murcia no tuvo más acierto de cara a gol antes y después del 1-0. Pedro León remató al larguero y Rojas a pase de Boateng, otros dos recambios, chutó al palo. Dejó a su rival vivo. Parecía que podría solventarlo con sus centrales. Jaso taponó un tiro y Alberto dominaba su espacio. Pero llegó el córner del empate. Un saque de esquina mal defendido en el que Adrián Niño pudo rematar en el área con el pie.