David Soria
Murcia
Martes, 26 de septiembre 2023, 00:54
El Real Murcia empató a última hora y de manera ya inesperada en el Iberoamericano. Sin embargo, ese punto no tuvo sabor a victoria. El ... 1-1 ante el San Fernando no fue suficiente para quitar la sensación de derrota que dejó el partido para los de Gustavo Munúa, que empieza a ser señalado. Los números del equipo son malos con solo cuatro puntos de 12, pero las sensaciones son peores. Por juego y por falta de crecimiento. A pesar de no haber competido desde hacía dos semanas por el aplazamiento del partido ante la UD Ibiza, ese tiempo extra en forma de entrenamientos tampoco se tradujo en un equipo mejor conjuntado. Si el inicio de Liga, con dos derrotas seguidas en casa en donde encajó seis goles, era decepcionante, este estancamiento resulta más desconcertante.
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Porque el equipo repitió carencias y errores. Lo hizo desde el primer tiempo ante el San Fernando. Esta vez, Munúa regresó al 4-4-2. Aunque ante el Sanluqueño introdujo un tercer centrocampista buscando más consistencia sin terminar de encontrarla, el pasado domingo el equipo decidió recuperar los dos delanteros con Carrillo y Rodri Ríos, goleadores en el anterior partido y con capacidad para marcar diferencias en cualquier momento. El Murcia está entre el juego y los jugadores, sin definir un esquema que le articule.
Así, el equipo también sufre en su juego. Munúa no encuentra la forma de establecer las conexiones entre futbolistas. El pasado domingo, el doble pivote formado por Tomás Pina e Isi Gómez no fue dominador. Hubo muy poca creación y combinación en el juego, con muchas pérdidas y balones largos mal dirigidos. Las piezas granas no encajan desde el toque de balón y el fútbol del equipo se sigue mostrando indefinido. Solo pudo generar peligro a balón parado. Sin elaboración, tampoco fue capaz de dominar desde la presión en esa primera parte, en un bloque medio y con Rodri Ríos tapando al mediocentro rival, en este caso Farrando. Ni el posicionamiento ni la vigilancia dio más seguridad.
Cuatro puntos El Real Murcia ha sumado en cuatro partidos una victoria y un empate en el último minuto.
Ocho goles en contra Los granas aún no ha dejado la portería a cero y acumulan errores colectivos e individuales.
Dos derrotas en casa Los de Munúa solo han puntuado a domicilio. El Enrique Roca es otra cuenta pendiente.
Ahora mismo, el Murcia no somete ni incomoda. Como equipo no es espada ni escudo. Ha encajado ocho goles en cuatro partidos. Dos tantos recibidos por partido que pudo ser alguno más. Las dos semanas de trabajo tampoco sirvieron para mejorar en ese apartado. No hubo consistencia defensiva, sin ser un bloque compacto y corto, y a nivel individual tampoco se solucionan los problemas como, en cierta medida, sí pasa en ataque. Aquino, único rival en el área, marcó sin oposición tras un centro de Biabiany, que tampoco tuvo dificultades ante su par. Sergio Santos se vio superado en sus duelos. Con José Ruiz en la izquierda por obligación, la derecha también es un punto de preocupación.
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Sin esa mezcla, solo quedan chispazos en ataque que apenas compensan lo anterior. Rojas sufrió el segundo penalti de la temporada y Guarrotxena lo transformó por la escuadra. Los goles de Carrillo, Rodri Ríos o la remontada en Granada confirman el potencial individual, pero sin un juego coral los delanteros quedan poco asistidos. Tampoco parece mejorar el equipo con las sustituciones, demasiado dependiente de la calidad individual. El colectivo sigue sin aparecer.
Para el Murcia fue un golpe de suerte que no tuviera que jugar ante el Ibiza disponiendo de dos semanas para completar su particular pretemporada. Pero desaprovechó esa oportunidad, al menos por lo visto en San Fernando. Ahora el calendario le brinda dos nuevas ocasiones para enderezar su inicio de campaña. Y es que sus dos próximos rivales serán el Alcoyano y el Atlético Baleares, dos de los equipos que han empezado la Liga con peores resultados. Ambos encadenan cuatro derrotas. Los de El Collao son antepenúltimos y los celestes andan colistas y son el primer club de la categoría que destituye a su entrenador, Tato.
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El Alcoyano visitará el Enrique Roca el próximo domingo con solo tres puntos, los conseguidos en la primera jornada ante el Sanluqueño (3-1). Desde entonces no ha vuelto a sumar ni a marcar un gol. Perdió contra Intercity (1-0), Ibiza (0-2), Ceuta (1-0) y Córdoba (0-1). Sobre todo en el último partido, los de Vicente Parras pagaron la falta de eficacia. «Si no vienen las victorias, el equipo pierde confianza. Ahora mismo la diferencia está siendo que el porcentaje de acierto del rival es muy alto. Nosotros, de cuatro claras, tenemos que meter una», admitió el técnico, que ahora afrontará dos partidos lejos de El Collao, el primero ante los granas.
Después, el Murcia visitará a un Atlético Baleares que tendrá nuevo entrenador tras la destitución de Tato García, el técnico con el que la temporada pasada logró evitar el descenso a Segunda Federación con victorias como la que cosechó en el estadio murcianista. En este curso el equipo está volviendo a sufrir. Con solo un empate en la jornada inaugural, se ve en la última posición. Cayó frente a Ibiza (1-0), Málaga (1-2), Sanluqueño (5-0) y Ceuta (1-2). Antes de recibir a los granas jugará contra el Antequera. «Volvemos a lo mismo de cada semana, son detalles», lamentó Tato. El Murcia necesita mejorar y dos rivales también en mal momento serán sus siguientes oportunidades para hacerlo.
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